Un producto supernatural, con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
Para los amantes del vino, esta palabra resulta familiar. Pero, los taninos son mucho más que los compuestos orgánicos que dan sabor al vino. Aunque los taninos sean sustancias relativamente poco conocidas, en realidad los consumimos a diario ya que están contenidos en muchos alimentos, como el té, los frutos rojos o las nueces. Muchas veces se reconoce la presencia de taninos por la sensación de aspereza, sequedad y amargor que despiertan al comer ciertos alimentos como es el caso de la fruta inmadura. Pero, la astringencia no es la única propiedad de los taninos ya que tienen efectos muy positivos para la salud. Estas sustancias polifenólicas son producidas por muchas plantas de distintas especies, forma y tamaño, a nivel de las raíces, los rizomas, la corteza y también las hojas; los frutos inmaduros y las semillas. La producción de los taninos por parte de las plantas es el resultado de una evolución natural, como defensa contra distintos tipos de amenazas externas como agentes atmosféricos, animales y bacterias. Una vez extraídos, sus características permanecen inalteradas, incluso después de mucho tiempo. Esto abre el camino a varias aplicaciones y algunas son sorprendentes. Los taninos exhiben propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, por lo tanto, tienen efecto protector hacia las células ante los radicales libres y permiten reducir el riesgo de enfermedades degenerativas. El efecto astringente de los taninos permite la reducción de la permeabilidad de las membranas debido a la precipitación de algunas proteínas. Esto hace que se forme una especie de barrera protectora en la superficie de las células, defendiéndolas de los agentes irritantes y los microorganismos patógenos. Finalmente, la estructura química de los taninos hace posible que puedan contrarrestar patógenos (como algunas bacterias y virus) y por otro lado favorecer el crecimiento de las bacterias “buenas”, los probióticos, con un efecto prebiótico. Históricamente los taninos se han venido utilizando en casos de molestias intestinales, diarrea, hemorragias leves del tracto gastrointestinal, tratamiento de hemorroides internas, inflamación de la piel y las mucosas o quemaduras leves. Arbox microbiota, es un prebiótico natural, hecho de taninos de quebracho y de castaño con agregado de Vitamina B12.
Por Silvia Molino*
*Bióloga, nutricionista, para ARBOX microbiota.
Mas info en www.arbox.ar