Domesticación de plantas y animales, creencias religiosas, y revolución culinaria.
Como se ha estudiado, la domesticación de plantas y animales requirió de un lento proceso de adaptación tanto del vegetal y/o animal como del hombre, a un nuevo estilo de vida. La domesticación se define, por tanto, como un proceso de selección genética continuo (consciente o inconscientemente) ejercida por los humanos durante la adaptación de plantas y animales, que puede ser para el cultivo o crianza, respectivamente. Llevó muchos años, fue un proceso muy lento que requirió de mucha observación y paciencia por parte del Hombre (por ej., los lácteos como fuente de alimento que ofrecían los animales).
Los primeros animales en ser domesticados fueron: cabra, cerdo, vaca y caballo. No todos los animales fueron domesticados en todas partes del mundo al mismo tiempo. Lo mismo debemos aclarar con respecto a las plantas.
La dependencia del Hombre por determinados alimentos hizo que éstos fueran considerados como sagrados. Por regla general, los alimentos básicos son considerados sagrados en todas las civilizaciones. Este vínculo entre el hombre y el alimento, dió pie al surgimiento de las primeras religiones. Las primeras creencias religiosas en todas las comunidades tuvieron un antecedente agrícola, en consecuencia, están relacionadas con la gastronomía.
En la cosmovisión de muchos pueblos, la tierra era considerada como una madre divinizada, por lo que el hombre debía agradecer por sus frutos. También la lluvia y el sol solían ser considerados sobrenaturales (ritos de fertilidad y de agradecimiento de las cosechas). El Hombre es incapaz de concebir una deidad que no coma, por lo que ofrece los mejores frutos de la cosecha a las divinidades. Otra particularidad de las religiones primitivas con respecto a la comida, es la idea de que los muertos comen. Una vez enterrado el difunto, era necesario sepultarlo con alimentos y utensilios de cocina, para que en el inframundo no padeciera hambre.
Los primeros animales domesticados, acompañaron al Hombre en su vida “semi nómade”: debía trasladarse de un lugar a otro donde hubiera condiciones óptimas tanto para el desarrollo de la comunidad como para el sostenimiento de los animales ya domesticados, que además de ser fuerza de trabajo, también proveían de alimento (por ej. Huevo, lácteos). La domesticación de plantas y animales ayudaron al Hombre en su paso de la vida nómada a la vida sedentaria.
La Revolución Culinaria se refiere al momento en que el Hombre optó por el consumo de alimentos cocinados. Existe una línea divisoria dentro del proceso civilizador a partir de que las comunidades comenzaron a comer los alimentos cocidos, para después pasar a lo que significa cocinarlos. Está comprobado que el mayor consumo de alimentos cocinados coincide con el grado de desarrollo de la masa cerebral y del organismo en general. Muchos alimentos, tales como las carnes, son más fáciles de digerir si son cocidas (desnaturalización de las proteínas) en incluso su sabor sea más agradable y sea bromatológicamente, más seguro su ingesta.
Continuará…
Por Prof. Lic. Gabriela Buffagni
Lic. En Nutrición (MN3190 – UBA)
Prof. Regular Titular Cátedra de ASA – Facultad de Medicina (UBA)
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