La crioterapia consiste en la aplicación de temperaturas bajas o frías de forma local en un área o lesión, con distintos fines terapéuticos. La industria cosmética ha incorporado este
principio en la formulación de productos que contribuyen a la reducción de medidas, obteniendo resultados eficaces. Se utiliza en cremas o geles que ayudan a moldear la silueta a través de distintos mecanismos.
El efecto frío provoca que los vasos sanguíneos se estrechen —proceso conocido como vasoconstricción— y con ello se estimula la microcirculación sanguínea local. La mejora de la circulación promueve el metabolismo celular, ayudando a disolver los depósitos de grasa localizada. A su vez, se activa el sistema linfático, encargado de recoger y eliminar toxinas y desechos del organismo. Todo esto genera una disminución de la inflamación y una sensación analgésica, produciendo frescura y alivio inmediato, especialmente en casos de tensión o lesiones musculares. Al estimular la movilización de la grasa subcutánea, se mejora también la textura de la piel, que luce más tersa, firme y con menor apariencia de
celulitis.
Componentes naturales que generan un efecto frío
El mentol y el alcanfor son dos ingredientes bien conocidos por producir una sensación refrescante. Esto los convierte en activos criogénicos, es decir, que generan un efecto frío en la zona donde se aplican.
Existen otros ingredientes naturales que también producen esta sensación, como el árnica, la caléndula, el jengibre y el eucalipto. Todos comparten su origen orgánico y una acción vasoconstrictora que proporciona múltiples beneficios con su aplicación. Además, si para transformar la figura se utiliza un gel reductor que contenga otros elementos activos, los resultados pueden potenciarse. Entre ellos se destacan la cafeína, las algas marinas, la centella asiática y el guaraná. Combinar estos componentes constituye una mezcla perfecta, ya que refuerza la acción reductora de los ingredientes que generan el efecto frío. Tal es el caso del gel reductor con mentol de Crema de Ordeñe, cuyo mentol, como activo natural, ofrece beneficios diuréticos, desintoxicantes y revitalizantes.
Sin duda, la aplicación de un gel criógeno reductor puede ayudar a moldear
la figura y mejorar la apariencia y textura de la piel. Sin embargo, para obtener resultados duraderos es necesario acompañar su uso con una alimentación equilibrada, buena hidratación y actividad física regular.
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