Un nuevo comienzo
¿Llegamos a fin de año? ¿O llegamos a nuevo año? Depende, obviamente, de la perspectiva y del estado de ánimo.
Desde la antigüedad, nuestra civilización necesita la renovación. Para renovar esperanzas. Tan es así, que el final y el comienzo se fusionan, son parte del mismo sentimiento. Pareciera que este paso, del 2018 al 2019, lo estamos encarando con necesidad espiritual de cambio. Allá vamos.
La Expo en Rosario
Estuve dictando una charla durante la Expo Dietética Activa. Que este año, estuvo muy activa. Aprovecho para comentarles aspectos positivos del encuentro de Rosario.
• Compartimos la jornada de trabajo con el equipo de CONVIVIR. Los visitantes valoraron el contenido informativo del periódico declarado de interés social.
• Yo, por mi parte, agradezco las muchas visitas a mi stand, para conocer mis nuevos productos. En lo personal, fue una oportunidad para viajar con mi hijo, de visitar el restaurante preferido de Fontanarrossa y de trabajar en equipo (padre + hijo).
• La Expo dio lugar a un Congreso de Capacitación (cuatro charlas), una fue la mía. El tema que desarrollé, tuvo como título: Relación con los clientes.
¿Cuántos clientes necesito?
Comencemos por el final, ya que, como decía yo arriba, los finales y los comienzos coinciden.
Mucho se ha escrito sobre el tema de complacer al cliente, de contemplar sus necesidades, sus intereses. Pero, por lo general, pocos de nosotros nos hacemos la pregunta numérica: ¿A partir de cuántos clientes, mi negocio es viable? Esa cuestión es vital (en sentido literal) para todo tipo de negocio.
• Un dueño de restaurante, piensa en el número de mesas ocupadas en cada jornada de trabajo.
• Un escritor pondera la cantidad de libros que deberá vender.
• Una profesora de yoga no escapa a esa regla: la regla de “cuántos”.
• Todo político (candidato) trabaja para llegar a determinado número de votantes.
¿Cuál es la realidad? Es que todo pasa por “el cuánto”. ¿Y cuántos clientes necesito, para que mi dietética sea rentable? La pregunta no es del millón, pero arranca con unos miles de pesos.
Un parámetro sencillo
Yo utilizo el alquiler del local como punto de cálculo. Necesito que, la venta bruta, de un día, me cubra el alquiler. Con ese importe, dividido por la compra promedio, llego a deducir la cantidad de clientes/día que necesito.
Muchas veces he escuchado a gente que, por ejemplo, tiene un alquiler de $ 10.000 y logra vender la mitad, por día. ¿Es de preocuparse? Depende. Caso sea continuo, es de tener precaución. Como primera medida, significa que debo captar más clientes. ¿Por qué más clientes?
Es que existen dos maneras de hacer crecer la venta:
•Incrementar el ticket promedio (es decir, vender más a aquellos que vienen)
•Incrementar la cantidad de clientes (conquistar nuevos).
En la práctica de las dietéticas, es más difícil aumentar (significativamente) el ticket promedio. Por otro lado, aumentar el número de clientes, da trabajo, pero es factible. Digo factible, porque hay que hacerlo. Trabajar da trabajo. Los predicadores, en Estados Unidos, consideran que es trabajoso (pero factible), conseguir que un millón de feligreses le aporten un dólar. Pero es muy difícil que un feligrés le aporte un millón de dólares. En resumen: existen dos caminos para recaudar un millón de dólares.
Manos a la masa
Paso a mostrar un listado de cosas para hacer. Muchas de ellas, ya las probé en carne propia. Como inicio de charla, siempre tengamos en cuenta que el cliente está afuera. Hay que ir para que venga. Hay que salir.
• Publicar avisos sobre su negocio.
• Participar de la comunidad (fiestas, entregas de diplomas, teatro).
• Dictar charlas en clubs, hospitales, escuelas.
• Invitar colegios para visitas guiadas a la dietética (pruebe, hable con la maestra del jardín de infantes).
• Participar de redes “reales”, por ejemplo, la cooperadora de la escuela, el Rotary club (¿por qué no?)
• Ser activo en las redes sociales “virtuales”
• Los sábados, dar clases de cocina (Usted).
• Invitar a uno de sus clientes para que él nos presente una clase de cocina (pruebe). Ya lo hice, viene chocho de la vida y trae oyentes.
• Repartir folletos propios y de terceros
• Un sello (poner un sello de la dietética en todo lo que se entrega).
• Escribir notas. Hay publicaciones barriales donde Usted puede colaborar.
• Hacer un programa de radio.
• Solicitar (con diplomacia) el whatsapp de sus clientes y mandar mensajes (conozco dietéticas que envían mensajes los días jueves). No sé bien porqué, pero el jueves es el día que mejor audiencia tenemos en la redes sociales).
• Crear una Fan Page para su negocio. Y trabajarla diariamente. Conozco algunas páginas que nunca fueron actualizadas.
• Los mensajes de whatsapp pueden ser en grupo, pero también, pueden ser individuales.
• Algunas dietéticas ya tienen cuenta en Youtube. (Es muy fácil). Allí suben recetas y pequeñas charlas sobre propiedades de los productos que venden. ¡Comience!
• Detalle fundamental: hay que dedicarse, darle continuidad. Caso Usted no tenga todo el tiempo, dele participación a algún adolescente de su familia.
• Para debatir diariamente esos nuevos temas, yo Helio, estoy creando un grupo en Facebook que se denomina: “Yo comercializo productos naturales”. Invito, si gusta, participar.
• Valorar, etiquetar y republicar los posts de sus clientes, cuando sea adecuado y oportuno.
El año que viene ya comenzó
Comencemos, nosotros, con acciones para aumentar el número de clientes/día. Tengamos en cuenta que existen dos estrategias para recaudar un millón de dólares.
Helio Perotto
CONVIVIR
Helio Perotto es brasileño, psicólogo, educador, con posgrado en comunicación comercial y teleeducación. Desde el año 2001 escribe regularmente y exclusivamente para los lectores de CONVIVIR (Marketing para Dietéticas). Es empresario PYME, dueño de las marcas Samurai, Gurfi y Clini.
Para contactarse: helioperotto@gmail.com
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