VASTU SHASTRA: El Yoga de las casas
En el vertiginoso ritmo de vida que llevamos actualmente, donde las demandas laborales, familiares y sociales parecen no tener fin, es fundamental encontrar momentos de calma y reflexión. La meditación, el mindfulness, el yoga y la respiración consciente se han convertido en herramientas esenciales para muchas personas que buscan reducir el estrés y mejorar su bienestar general. Sin embargo, hay un aspecto que a menudo se pasa por alto en esta búsqueda de paz mental: el entorno en el que practicamos estas actividades. Preparar nuestro espacio de meditación en casa puede ser un paso decisivo hacia una vida más equilibrada y armoniosa.
La importancia del espacio de meditación:
Un espacio de meditación bien diseñado no solo proporciona un lugar físico para practicar, sino que también crea un ambiente que fomenta la tranquilidad y la concentración. Al dedicar un área específica de tu hogar a la meditación, estás enviando un mensaje a tu
mente de que este es un lugar sagrado, un refugio donde podés desconectar del caos exterior y conectar con vos mismo.
Los antiguos sabios de la India, conocidos como rishis, no solo comprendían los beneficios de la meditación, sino que también sabían cómo el entorno construido puede mejorar nuestras prácticas y nuestro estado mental. Esta sabiduría se refleja en el Vastu Shastra, la «ciencia de la construcción», que busca crear espacios que fomenten la armonía y la energía positiva. Al aplicar sus principios, como la correcta orientación, el uso de elementos naturales y la elección de colores específicos, podemos diseñar un entorno que potencie nuestra meditación y bienestar.
El primer paso es definir la ubicación de ese espacio. Buscá un lugar en tu casa que sea tranquilo y libre de distracciones. Idealmente, debería estar alejado de ruidos fuertes y del tráfico. Si es posible, elegí un rincón que reciba luz natural, ya que esto ayuda a elevar tu
estado de ánimo y crear una atmósfera más agradable. Si no contás con el lugar para armar una habitación exclusiva, podés utilizar un rincón de tu living, dormitorio o incluso un balcón.
Una vez que hayas elegido la ubicación, es hora de despejar el área. El desorden puede ser una fuente de distracción y estrés, así que asegúrate de que tu espacio de meditación esté limpio y ordenado. Quitá los objetos innecesarios y mantené solo aquellos que te inspiren
paz y serenidad. Esto puede incluir plantas, velas, o elementos decorativos que resuenen con vos.
Acondicioná el lugar
Un almohadón cómodo hará que tu práctica sea más placentera. Buscá uno que se adapte a tu estilo y que te brinde soporte. Si preferís meditar sentado, asegúrate de que la silla o el banco sean cómodos y te permitan mantener una buena postura. Las plantas, piedras o
agua ayudarán a crear una conexión con la naturaleza, lo que puede será beneficioso para tu práctica. La luz juega un papel importante en la creación de un ambiente relajante. Utilizá lámparas de luz cálida o velas para iluminar suavemente el espacio.
Incorporá aromas y sonidos
Los aromas tienen un impacto significativo en nuestro estado de ánimo. Es recomendable usar inciensos, aceites esenciales o velas aromáticas para crear un ambiente agradable. Fragancias como la lavanda, el sándalo o el eucalipto son recomendadas por sus propiedades relajantes. Además, los sonidos suaves, como música instrumental, cuencos tibetanos o sonidos de la naturaleza ayudarán a calmar la mente y facilitar la meditación. Podés crear una lista de reproducción que te
inspire y te ayude a entrar en un estado de relajación.
Personalizá tu espacio
Tu espacio de meditación debe reflejar tu personalidad y tus preferencias. Agregá elementos que te inspiren, como fotografías, citas motivacionales o símbolos que
tengan un significado especial para vos. Esto hará que tu espacio sea único y te conectará aún más con tu práctica.
Establecé una rutina
Una vez que tu espacio esté listo, es importante establecer una rutina de meditación. Dedicá un tiempo específico cada día para practicar, incluso si son solo unos minutos. La consistencia es clave para cultivar una práctica efectiva. Al hacerlo, tu mente comenzará a
asociar ese espacio con la calma y la introspección. En un mundo donde el estrés y la agitación son parte de la vida cotidiana, encontrar momentos de paz y reflexión es más importante que nunca. Preparar un espacio de meditación en casa puede ser un paso transformador hacia una vida más equilibrada y consciente. Al crear un entorno que fomente la tranquilidad y la introspección, no solo mejorarás tu práctica de meditación, sino que también cultivarás un refugio personal donde puedas encontrar la paz mental que tanto anhelás. Así que, tomate el tiempo para diseñar tu espacio sagrado y comenzá a disfrutar de los beneficios que la meditación puede ofrecerte
Por Arq. Dardo Gutiérrez
Arquitecto y consultor de Vastu
Egresado de American Institute of Vastu, California, EEUU.
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