Nada más lindo que una fragancia bella que nos distinga, pero sabias que algunos ingredientes de los perfumes pueden ser peligrosos para nuestra salud? En los últimos años, diversos estudios científicos comenzaron a advertir que algunos perfumes —así como otros productos cosméticos y de higiene— pueden contener sustancias conocidas como disruptores endocrinos, compuestos capaces de interferir en el equilibrio hormonal del cuerpo humano.
¿Qué es un disruptor endocrino?
Los disruptores endocrinos (DEs) son sustancias químicas externas al cuerpo que interfieren con el sistema hormonal, ya sea imitando, bloqueando o alterando la producción y función de las hormonas naturales. El sistema endocrino regula funciones esenciales como el crecimiento, el metabolismo, la reproducción y el estado de ánimo.
Entre los ejemplos mejor documentados de DEs se encuentran:
- Ftalatos
- Parabenos
- Alquifenoles
- Benzofenonas
- Musk sintéticos (almizcles artificiales)
Estas sustancias pueden encontrarse en productos de uso diario, incluyendo perfumes, cremas, protectores solares, plásticos, alimentos enlatados y más.
¿Cómo pueden afectar los perfumes al sistema endocrino?
Al aplicar un perfume sobre la piel, los compuestos volátiles se absorben parcialmente a través del tejido cutáneo y también se inhalan. Algunos de los ingredientes utilizados como fijadores o emulsionantes, como los ftalatos, pueden comportarse como estrógenos artificiales o interferir con la función tiroidea y androgénica.
Estudios han vinculado la exposición a DEs con efectos potenciales como:
Trastornos en el desarrollo reproductivo (pubertad precoz, infertilidad)
Alteraciones tiroideas
Desregulación metabólica (resistencia a la insulina, obesidad)
Aumento del riesgo de algunos cánceres hormono dependientes (mama, próstata)
Aunque la exposición a perfumes es intermitente y en pequeñas dosis, la preocupación científica se basa en la exposición acumulativa y combinada, especialmente en personas que usan múltiples productos cosméticos a diario.
La investigación sobre disruptores endocrinos comenzó a intensificarse a fines de los años 90. Sin embargo, en el año 2002, un informe clave de la OMS y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) alertó sobre los efectos potenciales de los DEs en la salud humana y el ambiente.
Desde entonces, distintos organismos reguladores como la Agencia Europea de Sustancias Químicas (ECHA) y la FDA han comenzado a examinar ingredientes cosméticos bajo esta perspectiva, aunque la regulación específica para perfumes sigue siendo limitada, debido al secretismo comercial de las fórmulas (“fragancia” puede englobar decenas de sustancias sin especificar).
¿Cómo saber si mi perfume puede afectarme?
Detectar si un perfume contiene disruptores endocrinos no es sencillo. Muchas veces, el término genérico “fragrance” o “parfum” en las etiquetas oculta la verdadera composición química, protegida como secreto comercial. Sin embargo, hay algunas pistas para orientar al consumidor:
Evitar perfumes que contengan ftalatos, especialmente diethyl phthalate (DEP), común como fijador aromático.
Buscar productos etiquetados como “libre de ftalatos” o “libre de parabenos”.
Consultar bases de datos como la Environmental Working Group (EWG) o la App (aplicación) Think Dirty, que incluso funciona en argentina con marcas internacionales, que analizan ingredientes de productos cosméticos.
Elegir perfumes certificados como naturales u orgánicos por sellos reconocidos en como Ecocert, (francés), Cosmos, Natrue (europeos), aunque esto no garantiza totalmente la ausencia de DEs.
¿Qué precauciones puedo tomar?
Reducir la frecuencia de uso o aplicar el perfume sobre la ropa en lugar de directamente sobre la piel.
Elegir marcas que ofrezcan transparencia en sus ingredientes.
Alternar el uso con aceites esenciales puros (se utilizan sobre el cuerpo diluidos en aceites vehiculares: coco, almendras, jojoba) o fragancias de origen natural, siempre testeando previamente posibles alergias.
La evidencia creciente de que algunos de los componentes químicos de los perfumes podrían tener efectos a largo plazo en nuestra salud hormonal es una mala noticia, pero ser compradores consientes, virar nuestro interés hacia la cosmética natural impulsará a las empresas internacionales a corregir los ingredientes dañinos, en el mundo ideal, o por lo menos, conozcamos de qué se trata.