Alimento es todo

Una alimentación saludable debe ser integral. Debe abarcar todos los planos de necesidades del cuerpo, de la mente y el espíritu. La nutrición se da en todos los órdenes, nos nutrimos de lo que bebemos y comemos, pero también de lo que sentimos, de las emociones y las sensaciones. También nos nutrimos de las percepciones y de las experiencias. No solo nos alimentamos por necesidad, también deseamos y queremos una experiencia sensorial y gratificante, buscamos nuevas experiencias y ampliar nuestros horizontes. 

Esto nos dice que tenemos que tener conciencia del entorno y de nuestras acciones. Hay una nutrición óptima para el cuerpo, una nutrición óptima para la mente, otra para las emociones y de todas se nutre nuestra existencia. Deberíamos conocerlas, estudiarlas e integrarlas si queremos tener una vida saludable. 

Los factores causantes de desequilibrios están en todos los niveles de nuestra nutrición, lo que sucede en un plano, afecta a otros planos. Podemos ingerir un alimento saludable en un ambiente toxico, con imágenes o sonidos disruptivos o estresantes, también podemos hacerlo con la mente en un conflicto que arrastramos hace tiempo y nos angustia profundamente y esto afectara la digestión y metabolización de nuestros alimentos y nuestra salud.

Nuestras experiencias, nuestras emociones, en respuesta a nuestras percepciones y elucubraciones, desencadenan un torrente de químicos diferentes que nuestras glándulas disparan como reacción y afectan nuestro ánimo y nuestro sistema inmune, generando fortalezas y debilidades, estados negativos o positivos. De estos procesos, generalmente no nos damos cuenta, pero nos modifican cotidianamente. No basta con comer alimentos saludables, hay que hacerlo de modo saludable y en un entorno saludable.

También debemos tener en cuenta en la nutrición de nuestro cuerpo, la nutrición por piel. Los celiacos abrieron un debate muy interesante al exigir productos de higiene y cosmética Gluten Free. Muchas son las alertas hacia el consumo, hoy en día, de cosméticos con alta carga toxica, que se acumula tanto en la piel como en distintos tejidos del organismo.

Esto nos muestra que nuestro cuerpo no está preparado para enfrentar los tóxicos que usamos en la higiene diaria. Los cosméticos convencionales como los champuses, jabones, acondicionadores, desodorantes, cremas y maquillaje, son una fuente toxica de contaminación para el organismo, si no optamos por una nutrición para la piel 100% saludable.

Una nutrición saludable, debe ser integral y debemos ser consecuentes y constantes, ya que el cuerpo se acostumbra después de un tiempo a los nuevos hábitos y los tóxicos que venimos consumiendo por décadas, tienen un efecto adictivo. Cuando intentamos cambiarlos, es posible que nos venza la ansiedad, el malestar físico, el hábito mental, la costumbre y recaigamos varias veces en la tentación de volver a esa falsa sensorialidad creada artificialmente para mantenernos como consumidores cautivos.

También debemos ser conscientes que nuestros hábitos son parte de nuestra alimentación diaria y si no son saludables, debemos cambiarlos. Así como una espina saca a la otra, un hábito puede reemplazar a otro. Cambiar hábitos tóxicos por otros saludables puede ser un buen negocio. Las metas y los objetivos claros, concretos y alineados con nuestro parecer y sentir, suelen ser disparadores de abundancia o pilares de la buena fortuna, como decían los antiguos, por lo que ser claros y honestos con nosotros mismos, suele ser de lo más saludable.

Las buenas prácticas de consumo, junto a buenos hábitos saludables puede ser la única manera de vencer al tiempo o de por lo menos mantenerlo a raya, o al menos mantenernos en forma. Como enseñan también, los antiguos chamanes, elegir el espacio y el entorno adecuado es fundamental para economizar la energía vital y mantenerse saludable. “Es el Medio Ambiente… ” diría Bruce Lipton. 

Una alimentación saludable debe ser integral y abarcar todas las áreas de nuestra vida diaria, para que realmente podamos vivir una vida saludable y bajar los momentos de estrés y ansiedad que caracterizan a los tiempos posmodernos y en los cuales nos encontramos con más opciones de consumo de la que podríamos probar a lo largo de toda nuestra vida. Para no confundirnos en este lodazal de ofertas de consumo artificial. La opción es el consumo consciente y saludable<

Ignacio Conde
iconde@fyn5.com

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