El seitán fue creado por los monjes budistas. Debido a que eran vegetarianos buscaron dentro del mundo vegetal algún alimento que tuviese un alto contenido proteico para equilibrar su dieta. Se obtiene mediante un proceso de lavado de una masa elaborada con harina de trigo integral y agua. A través del lavado se le desprende el almidón y la fibra, quedando tan solo una pequeña porción de masa, la proteína, que ahora se conoce con el nombre de gluten.
Este alimento se convirtió en algo muy popular en oriente, sobre todo en China y Japón, siendo el pilar proteico de dichas sociedades.
100 gr. de seitán equivalen en valor proteico a 500 gr. de carne vacuna.
SEITÁN CON CHUCRUT
Es una combinación muy sabrosa, se puede servir tanto fría como caliente y es un muy buen complemento para el arroz.
Lleva 50% de seitán y 50% de chucrut.
Cortar el seitán en trozos medianos y ponerlos en agua hirviendo durante 20 minutos, colar.
Colocar el chucrut con su jugo en una cacerola junto con el seitán, tapar y cocinar a fuego bajo 8 minutos.
No lleva sal ya que el chucrut es muy salado, pero se le puede agregar una vez cocido, un toque de jugo de jengibre que va a resaltar el sabor del seitán sobre el chucrut.