Los registros más antiguos sobre el cultivo de este vegetal datan de cincuenta siglos atrás. Las culturas chinas lo consideraron alimento básico y junto al arroz, la cebada, el mijo y el trigo, integraba los cinco cultivos sagrados.
La soja no extrae el nitrógeno de la tierra, sino que lo reintegra gracias a unos nódulos que se forman en sus raíces constituidos por determinadas bacterias, evitando de este modo los cultivos de soja de agotamiento de los suelos. Llamada la carne vegetal, se ha comprobado que en sus porotos la cantidad de proteínas alcanza al 40%. En 1 Kg. de harina de soja se encuentran las mismas proteínas que en 2,5 Kg. de carne, en 58 huevos o en 6 litros de leche. Se utiliza en forma de porotos, de brotes, de harina, o como aceite de soja que contiene vitaminas E y K. Los usos industriales de la soja se aplican a la fabricación de cosméticos, barnices, plásticos y varios más.
JUGO DE SOJA: Para beber durante las comidas, o como refresco en cualquier momento. Valioso por su aporte proteico.
Remojar los porotos de soja durante 12 horas. Cambiar el agua. Licuar y colar. Hervir el jugo 3 minutos agregando miel o azúcar negra. Enfriar. El resto de porotos que queden en el colador se utiliza en comidas.
LECHE DE SOJA: Se prepara disolviendo una taza de harina de soja tostada en un poco de agua fría. Luego incorporarle 1 litro de agua hirviendo, revolver y cocinar 10 minutos. Aporta proteínas que reemplazan con ventaja a las de origen animal.
BROTES DE SOJA: Para obtener brotes de soja en casa, se remojan 8 horas los porotos y se hacen germinar en macetas lejos del sol. En verano desarrollan entre el 4° y el 7° día.
La lecitina presente en los brotes y en los porotos de soja, disuelve las grasas de las arterias coronarias.
SOJA TOSTADA: Se dejan en remojo porotos de soja durante 12 horas. Se escurren y salan a gusto y se doran al horno hasta que estén crocantes.
HARINA DE SOJA INTEGRAL: Puede incluirse en una gran cantidad de platos, comenzando por el desayuno. Para ello se utilizan de 1 a 2 cucharadas de harina de soja integral por cada taza, se hierve, con poco agua, 10 minutos y se mezcla con té, café o cacao; endulzando preferentemente con miel.
Se emplea para realzar el valor proteico en panes, tortas y pastas, reemplazando la mitad de la harina por harina de soja integral.
También puede usarse como rebozador en lugar del pan rallado, total o parcialmente. En lugar de leche en purés y papillas y también en sopas.
Puede prepararse un puré de harina de soja diluyendo 100 gr. De esta harina en una taza de agua tibia hasta formar una pasta sin grumos, y se agrega 1 taza de leche caliente. Se cocina con el fuego y se agrega 1 cucharadita de sal marina, 1 cucharada de manteca o margarina y pizca de nuez moscada.
LECITINA DE SOJA: Es un producto color ámbar, pastoso, obtenido de las semillas oleaginosas de la soja.
En el cuerpo humano la lecitina se encuentra presente en todas sus células, pero una excesiva actividad mental, nerviosa o glandular puede llegar fácilmente a consumirla, llevando al agotamiento mental y a deficiencias glandulares.
“La lecitina en el organismo ayuda a desintoxicar el hígado, depurar los riñones y prolongar la duración de la vida útil”.
Una dieta alimentaria que incluya la lecitina de soja ayuda al control y prevención de muchas enfermedades, entre ellas la diabetes, la obesidad y la arteriosclerosis.
El colesterol es la grasa en la sangre, que cristaliza en láminas. Como existen dos clases de colesterol – uno de ellos imprescindible para el organismo y llamado HDL o colesterol positivo – se ha llamado LDL o colesterol negativo o malo el que queda depositado en las paredes arteriales impidiendo que la sangre circule libremente.
Sustituyendo los alimentos ricos en grasas animales por los vegetales y la lecitina de soja – que ataca enérgicamente al colesterol “malo” – se ayuda a impedir el endurecimiento de las paredes arteriales y la alta presión sanguínea.
TOFU, EL QUESO DE SOJA: Este delicado alimento, subproducto de la soja, resulta la compensación ideal para quienes eliminan el consumo de carnes de su dieta. Rico en proteínas, su valor se potencia cuando se consume junto con cereales. Así una porción de tofu con una taza de arroz integral, o con una rebanada de pan integral, resulta un nutritivo alimento al complementarse sus proteínas. El consumo de tofu ayuda a reducir el colesterol acumulado en la sangre y otra de sus propiedades consiste en aportar calcio al organismo. Asimismo es un alimento rico en minerales y vitaminas.
Comida sabrosa sin carne
Marta Susana Fleischer