La personalidad de Causticum va a ir variando de acuerdo con las circunstancias de la vida. Si todo va bien, serán animales inseguros, tímidos, con falta de autoconfianza. Su aspecto es como si estuviera desnutrido, delgados y representando más edad de la que tienen. Aspecto de viejos. La “falta de confianza” se va a manifestar en esta etapa a la que los homeópatas denominamos “psórica,” con irresolución en sus acciones. Van a ser muy cautelosos, desconfiados. Si un extraño le da algo de comida, la van a oler y revisar mucho y probablemente luego no la acepten. Serán de cachorros muy pegados con sus dueños o cuidadores. Muchas veces llegando al hiper apego. Una dependencia casi total y un desamparo cuando lo dejan solo. Van a jugar mucho al juego del perro o gato apenado o triste para lograr cariño, caricias y un trato preferencial. También en algunas circunstancias tendrán actitudes “dictatoriales” exigiendo cosas o utilizando esa falsa “desprotección” para conseguir lo que quieren.
Si hay alguien enfermo en la casa, se le van a pegar y lo acompañaran todo el tiempo, sean personas o animales los que están pachuchos. A este síntoma lo llamamos: “compasivo” y en las personas de Causticum podemos averiguar qué lo hacen, no por altruismo, como sería el de Phosphorus, sino porque ellos se ven en ese lugar y les gustaría que los acompañen de esta manera. A veces esto se va profundizando y se entra en esta etapa de depresión y tristeza donde el perro o gato estará apartado, triste, retraído, solitario. Si la cosa continua y se va agravando, pasaremos a la etapa que los homeópatas llamamos “psicótica”, allí nuestro paciente “Causticum” tendrá un humor variable, pueden ser muy irritables, especialmente con los niños. No toleran a los niños y pueden llegar a tirar tarascones o arañazos (en los gatos), si pasan corriendo cerca de ellos. Serán mordedores, desafiantes, muy peleadores e irritantes. Los perros pueden morder directamente, sin avisar previamente. Como ven, los homeópatas a veces nos vemos en figurillas para poder precisar síntomas o actitudes, que nos lleven a descubrir el remedio que pertenece nuestro paciente y que luego será el que lo va a equilibrar y curar.
Los animales se pueden dividir en: friolentos y calurosos y los intermedios. En este caso los “Causticum” serán friolentos. Toman sol aun con mucho calor. Estarán pegados a las estufas y dormirán tapados. Se pueden enfermar o agravar si pasan del frío al calor o por temperaturas extremas. Se sienten mejor los días de calor y humedad. Tienen una característica especial que comparten con otros medicamentos. Tienen un hambre voraz que cuando ven la comida desaparece. Esto hace que pidan a los gritos o ladridos la comida, salten y giman cuando uno la prepara, pero luego cuando es la ofrecen, no comen. Tienen una particularidad en cuanto a la comida. No les gustan los dulces y si comen algo muy dulce pueden tener algún trastorno. Sus tropismos o tendencias patológicas están centralizadas en el sistema nervioso (principalmente) en el aparato locomotor: huesos y articulaciones, la piel (picazón y dermatitis) y los ojos. Tienen un síntoma interesante que es la parálisis de aparición lenta y progresiva. En este caso hay que diferenciarlo de otro medicamento llamado “Conium Maculatum”. Es uno de los remedios utilizados en casos de incontinencia urinaria. Especialmente en perros tanto machos como hembras, que fueron castrados y con el tiempo desarrollan la incontinencia. Se orinan durmiendo o van perdiendo gotitas cuando caminan. En la piel van a aparecer verrugas de todo tipo y en cualquier lugar. Secas y duras. Hay que tener mucho cuidado cuando hay trastornos de piel, porque al suprimirlos medicamentosamente utilizando corticoides o cualquier otro supresor, pueden producir en estos animales de Causticum problemas neurológicos graves, pudiendo llegar a la parálisis. Recordemos que cada paciente es diferente y va a reaccionar en forma diferente, tanto viviendo las enfermedades como por acción de medicamentos. Recuerdo el caso de Tincho, un ovejero alemán de aspecto, tamaño y peso normales para la raza. Que tiene una actividad acorde a su raza de vigilancia en la casa. Atento a cualquier ruido o entrada de desconocidos. Va haciendo su recorrida cual si fuera un vigilante de guardia. Convive con un perro de raza indefinida al que tiene sometido a su voluntad. Esto lo definimos como “dictatorial” y sin dudas Tincho entraba dentro de esta categoría. En cierta oportunidad Tincho comenzó a adelgazar y a tener problemas para caminar. Lo hacía despacio y con poca estabilidad. Al evaluar sus reflejos se determina que está con una parálisis parcial ascendente. Comenzando desde atrás, pero avanzando hacia adelante. Me comentan sus dueños que hace unos días quedó afuera en el jardín un día de lluvia y frío. Cuando se dieron cuentan pasaron varias horas y el pobre entró a la casa todo mojado y aterido de frío. Si bien lo secaron y pusieron cerca de una estufa esta pudo ser la causa del trastorno. Nadie enferma de lo que quiere sino de lo que puede y los pacientes Causticum tienen parálisis lentas ascendentes como consecuencias a trastornos por frío húmedo. Esto sumado a la personalidad de Tincho nos daba claramente a Causticum como “su” medicamento. Unos pocos días con unas gotas de Causticum, volvió todo a la normalidad.
Será hasta la próxima
Salud y Alegría.
Por MV. Jorge S. Muñoz
Médico veterinario homeópata