La Cosmética orgánica, Bio, Ecocert o natural y vegetal, como así también la cosmética especializada para pieles sensibles, celíacos y veganos se han desarrollado rápidamente en el mundo entero en los últimos años y han aparecido nuevas empresas y marcas orientadas a este sector en crecimiento. Y lo que parecía ser un sector especializado para pocos, se ha convertido en poco tiempo en la necesidad de muchos, con un marcado crecimiento exponencial.
La preocupación de estos consumidores por su salud y bienestar, sumado a la preocupación por el medio ambiente y el cuidado de las especies, más la creciente demanda por productos anti edad, anti caída del cabello, protección solar y repelentes que no agredan o intoxiquen la piel y el organismo, son aspectos que la industria y la producción de cosmé-
tica orgánica y natural ya no puede descuidar.
A esto se suma la exigente normativa en cuanto al uso de ingredientes cosméticos que sean seguros, la reducción del impacto medioambiental y el uso eficiente de los recursos. Todos estos aspectos hacen que sea necesario plantearse la innovación y el desarrollo de nuevos productos cosméticos. Este consumidor está atento al desarrollo de nuevas formulaciones, del origen de las materias primas, de los métodos de producción.
Surge así la apuesta por los productos orgánicos y naturales con una creciente demanda en el mercado local e internacional. La demanda de estos productos en Europa, Estados Unidos y Japón ha influido en los volúmenes de producción en forma exponencial, siendo cada año más importante, el porcentaje en la balanza comercial del producto bruto nacional de muchos países.
Esto se debe principalmente a la seguridad en las exportaciones, al obtener estos productos, certificaciones internacionales que garantizan la trazabilidad de los mismos.
Cada vez más, entes internacionales, analizan y describen el mercado de estos productos y se hacen análisis de la producción y comercialización de cosmética orgánica en todo el globo.
A la vez la extensión del mercado hacia nuevos grupos de consumidores, productos, que antiguamente utilizaban solo las mujeres, se extendieron, con ligeras modificaciones, a otros segmentos como los hombres, los niños y adolescentes, LGBT, los veganos, los celíacos y el grupo se ofrecen en cualquier tipo de mercado. Herramientas como Internet han permitido un acceso fácil a cualquier tipo de información sobre los productos, métodos de producción y materias primas y activos utilizados en su elaboración. En el caso del sector de la cosmética e higiene personal orgánica y natural no es diferente, los consumidores tienen cada vez mayores conocimientos respecto a todos los productos que ofrecen. Por tanto, la exigencia de los comercios de estética y cosmética natural es cada
vez mayor, ya que sus clientes están muy informados y por tanto son cada vez más específicos, exigiendo cada vez mayor calidad y servicio.
Estos consumidores especiales y exigentes buscan que un mismo producto satisfaga diferentes necesidades, además de satisfacer la necesidad de la higiene y cosmética, debe proteger a la piel, al organismo y al medio ambiente. Esto no termina aquí ya que muchos de estos consumidores se interiorizan y vigilan de cerca a las empresas y su sistema de producción, impacto ambiental que generan, calidad y origen de sus materias primas. Calidad del producto ofrecido, precios y prestigio y ética profesional de la empresa.
También la creatividad y originalidad en la muestra y presentación de productos. Uso de las nuevas tecnologías e innovación. Métodos de trabajo, capacidad de servicio,
adaptación y flexibilidad con respecto al cliente. La publicidad de la empresa y el modo de mostrar a través de internet y sus anuncios publicitarios de los productos.
“El estudio de consumidores en Europa llevado a
cabo por L’Observatoire des Cosmétiques, acerca
de los ingredientes peligrosos en cosméticos y su
etiquetado, muestran que el 98.5% de los consumidores
conocen perfectamente los parabenos y
el impacto que causan sobre la salud; por delante
de las sales de aluminio (95.7%), las siliconas
(93.9%) y los filtros UV (86.1%). En lo referente al
etiquetado, el 76.6% manifiestan su interés por un
etiquetado que permita reconocer la presencia de
sustancias tóxicas en los productos cosméticos.”
Esta es una de las numerosas evidencias que concluyen en la creciente preocupación del consumidor por su salud y bienestar, interesándose no solo por los productos alimenticios sino también por los cosméticos. Estos factores motivan que la industria cosmética busque nuevos ingredientes y nuevos desarrollos que cumplan con la legislación y la demanda de los consumidores.
Tal y como se indica en el estudio de mercado de Transparency Market Research sobre el mercado de los productos orgánicos, el aumento de la preocupación de los
consumidores por la seguridad sanitaria, la creciente sensibilización ecológica y el gradual conocimiento sobre los peligros asociados a ciertos metales y químicos sintéticos
(aluminio, titanio, ftalatos, parabenos, etc.) potencian la demanda de productos de cosmética de higiene personal orgánica y natural.
Saludamos con alegría y esperanzas, estas nuevas tendencias, pero es necesario más controles y más regulaciones, para que estas tendencias no sean solo una moda más y se conviertan en un verdadero cambio en el consumo, el cuidado personal, el cuidado de la diversidad, el medioambiente y el planeta todo.
Ignacio Conde /iconde@boti-k.com