La Crema de Ordeñe es un producto tradicional de la Pampa Argentina y la originalidad de su nombre se debe a que el origen de este producto es netamente rural. Las inclemencias del tiempo como el frío, calor y el viento provocan en la delicada piel de las ubres de las vacas un permanente agrietamiento que dificulta, debido al dolor, la tarea de ordeñe. Un laboratorio dedicado al desarrollo y elaboración de productos de aplicación veterinaria comenzó a utilizar propóleos y miel como principios activos, dadas las propiedades que ambos poseen en la protección de la colmena.
Aplicada la crema a las ubres de las vacas se observó que las mismas se hidrataban y nutrían en profundidad, aliviando el dolor y reconstituyendo el tejido dañado. Las manos de quienes realizaban la tarea del ordeño también se vieron beneficiados puesto que ellos eran quienes aplicaban la crema antes y después de cada jornada de trabajo.
A raíz de esta experiencia se comenzó a trabajar en el desarrollo de una crema para uso humano y con el mismo rendimiento pero que permitiera que su aplicación fuera posible en todo el cuerpo. Así nació la Crema de Ordeñe que ya ha cumplido décadas, y a lo largo de su recorrido algunos ingredientes como los parabenos fueron reemplazados. El desarrollo de la fórmula original es atribuido a una afamada marca de productos veterinarios Argentinos. Algunas empresas comercializan el producto únicamente mediante la venta directa, otras lo hacen a través de la cadena comercial habitual.
“Una crema corporal de amplio espectro”, que humecta y nutre, protege la piel después de una exposición solar ayudando a regenerar la piel dañada por el sol, que contribuye a reparar los labios dañados por la acción del frío, el viento o el sol, hidratándolos, combatiendo la sequedad y el resquebrajamiento, que ayuda a prevenir las durezas de los pies típicos en cierta época del año, que protege la piel después de la depilación, evitando el encarnamiento del vello, aliviando el ardor, dejando la piel fresca y tonificada.
Ideal para quienes necesitan hidratar su piel después de un largo día de trabajo, para quienes realizan las tareas del hogar y ven como el uso de los detergentes producen un severo daño en las manos. Quienes trabajan en la construcción, en la actividad pesquera, los mecánicos, en lavaderos de coche, para los podólogos que precisan hidratar uñas y pies, y también para todos aquellos que realicen actividades de montaña, en definitiva deportes de verano o invierno, y están en contacto directo con el sol, el frío, la montaña y la sal del mar<
Colaboración: Crema de Ordeñe, Lindon Apiter
www.apiter.com