Neuropsicología: ¿Se entrena la memoria?

Olvidos, pequeños y grandes, a veces nuestra memoria nos juega una mala pasada; puede ser estrés o quizás debamos hacer una consulta profesional. Consultamos a la Lic. Aldana Marinangeli, Neuropsicóloga, sobre los mecanismos de nuestra memoria, si es posible entrenarla y mantenerla más activa.

“La memoria se entrena; se puede mejorar y mantener su rendimiento, siempre y cuando no haya una enfermedad neurodegenerativa, donde se espera que haya retrocesos. En estos casos es fundamental la estimulación cognitiva y la rehabilitación, cuyo objetivo es mantener la memoria activa el mayor tiempo posible. Desde la neuropsicología tratamos de brindar estrategias para que los pacientes fijen la atención, porque: sin atención nunca va a haber un recuerdo. Si uno no fija su atención en lo que hace, para nuestro cerebro es “como si no hubiese pasado nada”. El trabajo junto al paciente es generar una estrategia; que la persona piense cómo podemos hacer para que esta información sea más simple y la podamos ordenar: Se la acomoda por grupos, por categorías, se juntan de a palabras, qué palabras se relacionan y esto hace que la memoria funcione mejor.

Un ejemplo simple: uno siempre va a buscar las cosas donde sabemos que están; los cubiertos, en su cajón, pero si los dejás por toda la casa, lo más probable es que no los encuentres o tardes mucho más tiempo buscándolos. Eso es lo que pasa con la memoria, uno la retiene y después el cerebro no sabe muy bien dónde la tiene que buscar. 

¿Se recuperan las neuronas?

Lo que se puede generar son nuevos caminos neuronales. Había un camino por el que el cerebro accedía a cierta información, ese camino no está más (sea por lesiones o por deterioro) entonces podés generar un nuevo camino para llegar al mismo resultado. Eso se debe a la Neuroplasticidad, es un concepto relativamente nuevo; hasta hace poco se pensaba que eso no se podía recuperar, pero sí se puede, con entrenamiento y rehabilitación se ve que los pacientes logran las mismas acciones que antes. Si es una enfermedad neurodegenerativa lo que se ve es deterioro, pero uno trata de retrasarlo lo más que pueda y brindarle todas las herramientas tanto a los pacientes como a los familiares. 

Hábitos que ordenan la memoria

Uno puede entrenar la memoria con herramientas de uso externo como puede ser una agenda, uso de cronómetros, alarmas. Las distracciones cotidianas pueden volverse peligrosas o desgastantes, por ejemplo, dejar una hornalla encendida, dejar la ropa lavando y no colgarla… El cronometro o alarma del celular nos sirve para recordar. Si tenemos un turno con el médico, una clase, utilizar un calendario o una agenda, es de gran asistencia, un elemento al que recurrir y que sabemos que hay que revisar todos los días. 

Hay hábitos que ordenan la memoria, incluso para pacientes que no tienen ningún tipo de deterioro cognitivo. 

El “Uy, ¿dónde dejé…?” y lo tenés en la mano, o “¿cerré la puerta?” “¿desenchufé la plancha…?” Estos olvidos están más relacionados a algo anímico generalmente. Actualmente, en medio de esta pandemia, se multiplicó el miedo de los pacientes jóvenes y sanos a tener Alzheimer, por ejemplo. Gente joven -desde 25 años- consulta para hacerse una evaluación cognitiva, porque advierten olvidos que antes no sucedían. Lo más probable es que sea estrés y que esté relacionado con la situación actual, momento en que son muy comunes los trastornos depresivos y de ansiedad. 

“Sándwich de salame” una estrategia 

Estos olvidos y fallas atencionales hacen que uno se predisponga a pensar que “hay otra cosa más”. Esto obviamente se resuelve haciendo una evolución cognitiva y consultando al médico que verá si hace falta hacer una resonancia o algún otro estudio complementario, pero en su mayoría los pacientes jóvenes tienen más ligados los olvidos a ansiedad o trastornos anímicos. 

Y para que esto no suceda – dudar si cerraste o no la puerta- a veces lo que se recomienda es que cuando uno cierra la puerta diga alguna frase extraña, la que sea: “Sándwich de salame”. Entonces ante la duda recuerda la palabra que dijo y concluye: “Ah sí, la cerré”. 

Pero cuando esto se repite y empieza a ser un problema, vira hacia lo que es un Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC). Estas situaciones a repetición empiezan a dificultar la vida cotidiana: no puede ir a trabajar, tiene que volver varias veces; eso ya no es un trastorno de memoria sino algo más anímico. 

¿Cómo se llega a la consulta con un neuropsicólogo?

En general el 90% llega derivado por un médico neurólogo o psiquiatra, o puede ser un médico clínico. Se da porque la persona -o sus familiares- comienza a notar que se olvida cosas, y decide hacer una consulta. En el caso de que sean pacientes en los que parece “no ser nada” se los envía directo a la evaluación cognitiva y sino se hacen también resonancias y análisis de sangre. 

Esa es la forma en que llegan en general. Para el examen de conducir también se puede necesitar una evaluación cognitiva. 

En el caso de que una evaluación cognitiva no salga bien, se realiza un trabajo de rehabilitación, así como en personas mayores que notan que están un poco más olvidadizas, hay muchos trabajos que se pueden hacer para ayudar a vivir mejor.”

Gracias Lic. Aldana Marinangeli.
(MN 67741)( MP 85343) @aldanamarinangeli
Equipo interdisciplinario Centro Rebiogral 
www.rebiogral.com

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