Los ojos son una parte esencial de la belleza, y sucede que se ven aún más afectados que la piel y el cabello por los factores externos. El primer requisito para unos ojos bellos es una buena dieta.
La vitamina A está muy relacionada con la buena vista, los ojos claros, y la capacidad de ver bien en la oscuridad o con poca luz. Podemos encontrarla en el aceite de pescado, yema de huevo, verduras y frutas amarillas, naranjas, zanahoria, berro, perejil, lechuga, tomate, col, diente de león. Esta vitamina aumenta la resistencia a las infecciones, participa en la regeneración de los tejillos, (enfermedades de la piel, arrugas, especialmente junto con la vitamina E).
La vitamina B2, que es una fuente de energía y evita los calambres. Se encuentra en la levadura de cerveza, germen de trigo, cereales germinados, queso de cabra.
Las vitaminas D y C, también son fundamentales para nuestra piel y ojos. Obtenemos la Vit. D principalmente de los baños de sol, en pescados como salmón, sardinas y en el queso de cabras y yema de huevo. Y la Vit. C la obtenemos de las naranjas, limones, kiwi, frutillas, tomate, pimientos rojos, berros, perejil, espinaca, ajos, por ej. Es muy importante trabajar con buena luz, que debe provenir de atrás, de arriba o de un costado, pero no de frente, pues le haría fruncir el entrecejo, estimulando las arrugas y la mala vista. Si por mucho tiempo tiene que fijar la vista, conviene tratar de descansar los ojos a intervalos. Por ejemplo, cubrir los ojos con las palmas, de modo que se elimine la luz. Se mantienen abiertos durante unos minutos. Los ejercicios oculares son rápidos y sencillos de hacer, ayudan a la vista al reforzar los músculos, al mismo tiempo que reducen la tensión ocular. Por ejemplo: rotar los ojos sin mover el cuello, en todas direcciones, 10 veces para cada lado. Ayuda para los ojos enrojecidos e hinchados: Se colocan rodajas de pepino frescas sobre los párpados cerrados, mientras se descansa si es posible con los pies en alto. También el clásico baño ocular con infusión de manzanilla o de eufrasia, una hierba especial para la vista. La piel que rodea a los ojos es muy sensible, delgada y delicada, no contiene glándulas sebáceas y la circulación es escasa. No utilice nunca astringentes, cremas pesadas, ni máscaras faciales alrededor de los ojos, pues estirarían la piel y producirían hinchazones y arrugas prematuras. La humectación constante es tan importante para la zona ocular como para el resto del rostro, pues ayuda a suavizar y lubricar la piel y a retrasar la formación de arrugas. Sin embargo, necesita elegir con cuidado, optando por aceites vegetales o cremas suaves especiales, de textura ligera Recomendamos aceite de almendras puro, de germen de trigo, de kiwi, o las cremas especiales para párpados de las líneas.
Por Beatriz Prodan