Homeopatía para todos

Un pediatra homeópata amigo me contaba que cada día tiene más pacientes adultos. Son los padres, tíos, abuelos de los nenes tratados con homeopatía. Es que la empatía que se logra con estos tratamientos, la vivencia de los procesos de curación y el resultado final es tan impactante, que induce a la familia a recurrir a los mismos tratamientos para cualquier miembro que se enferma y esto incluye a los perros y gatos. Es por esto que en la sala de espera de los pediatras homeópatas, junto con los juguetes para chicos haya revistas para adultos y algún cartelito con la recomendación de veterinarios homeópatas. “No sabía que existía la homeopatía para animales” frase que escuchamos frecuentemente en nuestro consultorio. A pesar de que hace muchos años que se estudia la especialidad en nuestro país en las escuelas más prestigiosas de homeopatía médica. Tal vez ahora con la difusión que hacemos por las redes sociales o por medios gráficos como este lleguemos a muchas más personas. El boca a boca, la recomendación en diferentes lugares es el medio por el que más animales pueden recibir este tipo de medicina.  La mejor forma de probar la eficiencia de la homeopatía es ver en su familia como va evolucionando el paciente. Puede ser que las pruebas científicas no sean las adecuadas para medir los efectos de los remedios homeopáticos, pero no hay duda alguna de probar su eficiencia cuando lo vemos diariamente en nuestras casas como se van moviendo los síntomas de la enfermedad de acuerdo a lo marcado por el médico o veterinario.  Primero tal vez se note una agravación de sus síntomas. Aumenta el prurito o el eczema para luego ir desapareciendo poco a poco. Esa mejoría sigue un camino previsto, las lesiones de piel se van retirando de adelante hacia atrás y de arriba hacia abajo hasta que no quede rastros de su enfermedad. Desde el primer momento nuestro paciente se va a sentir bien, va a estar más alegre, con mayor energía. Luego de unos meses de tratamiento cuando miran hacia atrás se ven los grandes cambios producidos. Algunos escépticos todavía andan diciendo que las curaciones se producen por el efecto placebo que ejerce la confianza en el médico. Cosa imposible de ver en animales, y mucho menos de que sea algo duradero. El efecto placebo es real y lo vemos muchas veces, pero siempre es de corta duración. La curación se va produciendo de a poco, por la acción energética de los remedios homeopáticos bien elegidos. Es por eso que al promediar el tratamiento y ver las cualidades de esta medicina sean los dueños de nuestros pacientes: perros o gatos, que nos pregunten por algún médico homeópata para ellos y allí se cierra el círculo. Toda la familia se atiende con homeopatía. Esto implica que en esa familia tanto el médico como el veterinario homeópata sea como el antiguo médico de familia, el que maneje los hilos para prevenir enfermedades, mejorar la salud, tratar los trastornos y enfermedades, derivar a los especialistas que se necesiten de acuerdo a la complejidad de los padecimientos. Aquí me quiero detener un poco. El homeópata maneja y supervisa los tratamientos, pero la medicina moderna nos da la posibilidad de recurrir a especialistas o tecnología que excede nuestro conocimiento y es fundamental poder usarlos para beneficio de nuestros pacientes. Es un interesante tema para otro artículo para más adelante. Por ahora cerramos esta nota resaltando la importancia del trabajo en la familia, de la confianza que se logra en manejar ciertas pautas que son fundamentales para lograr una salud y una armonía en todos los miembros. Ya cuando receto unas gotitas homeopáticas la gente sabe que hay que golpear el frasco para lograr la sucusión, tan importante a la hora de activar nuestros remedios, que se pueden dar directamente en la boca o diluirlos en el agua, que los alimentos son parte del tratamiento como reza la frase “que tu alimento sea tu medicina”, que el ejercicio es fundamental, que la alegría tiene que reinar en toda la casa incluidos los animales. No hay nada mejor para un veterinario homeópata que tratar a un animal que tiene una familia que vive la homeopatía como algo totalmente normal. Salud y alegría. Hasta la próxima.

 

Por MV. Jorge S. Muñoz 
Médico veterinario homeópata

 

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