Fuego en el estómago, alternativas naturales

Es muy habitual en la farmacia atender pacientes con síntomas de acidez que van desde el más leve malestar a la ulcera gástrica. Existen por supuesto las capsulas alopáticas que comienzan siendo mágicas pero que al cabo de un tiempo ya no hacen efecto y el médico indica algo más fuerte, hablo del omeprazol, pantoprazol y toda la familia. Ninguno de ellos produce sanación, solo apagan temporariamente el fuego lo cual está muy bien hasta poder encontrar la cura o el cambio de hábitos, pero pensar que esa capsula será mágica por siempre, querido lector, es una fantasía. Es como si se nos encendiera en el auto el aviso de “falta de combustible” y en lugar de cargar nafta hacemos desconectar la llamada de aviso. Las primeras cuadras vamos a estar bien tranquilos, pero a la larga, el auto nos abandonara.

La acidez (gastritis) puede ser aguda

o crónica.

Los síntomas de una gastritis aguda van desde un fuerte dolor en el pecho (a veces se confunde con un infarto), distención abdominal, intolerancias al café, ácidos, pan, grasa, etc. hasta náuseas y vómitos. En la gastritis crónica (muchas veces se asocia al Helicobacter pilori), los síntomas son dolores muy fuertes que se prolongan varias horas después de comer y que nos puede llevar a la ulcera gástrica.

En el estómago comienza el proceso de digestión (en realidad ya comenzó en la boca), para llevar a cabo dicho proceso el cuerpo debe metabolizar y para ello es necesario la presencia de un elemento fundamental: “el fuego”, sin el fuego no hay digestión, el problema es cuando ese elemento crece desproporcionadamente y nos quema por dentro, afectando las mucosa digestiva e incluso la del esófago. De hecho mucha gente debe dormir semi sentada para evitar el reflujo gástrico. Analicemos un poco, el fuego se relaciona con la ira, preguntémonos entonces cual es la persona o situación que nos produce tanta irritación que no podemos digerir? Por qué será que se empeñan por hacer las cosas como quieren y no como yo considero que se deben hacer? Sería bueno que aprendamos a aceptar que el otro piensa diferente, aun si el tiempo nos demostrara que teníamos razón. Si seguimos en este camino de irritabilidad e intolerancia podemos llegar a la ulcera. Es decir, pasamos de una gastritis aguda a una crónica.

Una ulcera es una erosión en la pared gástrica. Los ácidos atacan sin cesar y el resultado es la falta de mucosidad en la pared estomacal, nos quedamos sin defensas, el estómago se digiere a sí mismo. El exceso de ácidos que hasta ahora provocaba “acidez” ahora se transforma en ulcera. Eso que tanto irritaba lo queremos dejar de ver o afrontar pero es imposible, nos queda en el estómago atragantado!! Seguramente hay una tendencia a la autocrítica exagerada que puede llevar a auto flagelarnos. Escuchamos frases tales como “no le exijo más de lo que me exijo a mí mismo”, si esta es una frase suya, le recomiendo algunos antiácidos naturales.

Antiácidos naturales

Las plantas mucilaginosas son: Malvavisco, Olmo, Plantago mayor, Aloe vera. El Aloe se prepara inclusive en forma de supositorios para sanar la ulcera rectal. Un tratamiento de 30 días produce mejorías notables, puede incluso cerrar fisuras anales. La Congorosa es un planta que crece en Sudamérica con excelentes propiedades anti ulcerosas

El Bolus, es un polvo que se mezcla con un poco de agua y se toma antes de cada comida, en principio tapiza y protege la mucosa, pero con el tiempo puede lograr sanarla.

En homeopatía las tabletas de Robinia actúan rápidamente, calmando el dolor.

Antiespasmódicos: El Regaliz cuyo nombre científico es Glycyrrhiza glabra calma los dolores estomacales provocados por la gastritis, se indica junto con la Matricaria recutita, Menta, Melissa y Milenrama.

Coadyuvantes: son aquellas plantas que producen relajación o sedación ayudando a calmar el dolor. Tenemos aquí la Passionaria, Crataegus, Valeriana y Melissa.

Anti ulceroso: Sangre de Drago o Sangre de Grado. Es el látex que vierte el árbol cuando se le practica una incisión a la corteza, es de color rojo, de allí el nombre de sangre. Este látex cicatriza al propio árbol. Se lo encuentra en el Amazonas, Bolivia, Perú y Ecuador. En la selva cuando se sufre una herida inmediatamente extraen el látex y lo frotan entre las manos como si fuera jabón, de hecho las saponinas le da ese aspecto jabonoso. Luego lo colocan sobre la herida y esta comienza a cicatrizar rápidamente.
Tiene acción antiinflamatoria, antiviral, antimicótico, anti ulceroso e inmunológico.   

Para resumir, una fórmula que abarca todos los aspectos seria:
TM (Tintura Madre) de Congorosa
TM de Regaliz
TM de Menta

Otra:
TM de Aloe vera
TM de Melissa
TM de Plantago
Se toma durante un mes antes o después de cada comida.

Estos remedios junto con una dieta apropiada van a mejorar muchísimo los síntomas, pero lo más importante es el cambio de actitud. Leí hace poco una frase que decía que “No tenemos poder sobre nadie, el único poder que tenemos es sobre nosotros mismos” así que no tratemos de cambiar al otro, empecemos por casa.

Como les digo siempre, ante cualquier duda consulte a su médico y/o farmacéutico.

Farmacéutica Dra. Miriam Noemí Bruno
D.T. Farmacia Homeopática Libertad
farmacialibertad0@gmail.com

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