El sol fundamental para la vida, se transforma en nuestro enemigo cuando no lo respetamos, entonces sus rayos ultravioleta penetran en la piel y dañan las células. Las quemaduras por exceso de exposición al sol son signo del daño causado y esto sucede cuando nos exponemos al sol para lograr un “intenso bronceado”. El bronceado está muy lejos de ser saludable, su aparición en realidad indica el daño y la muerte de las células de nuestra piel.
El bronceado es una señal de que la piel está defendiéndose del exceso de radiación UV perjudicial, entonces produce una pigmentación adicional, con el fin de lograr una cierta protección, aunque insuficiente contra las quemaduras de sol.
Para protegernos:
Estemos alejados del sol cuando sus rayos son más fuertes (entre las 10 y las 16 horas).
Usemos protector solar con un SPF de 15 o más.
Utilicemos ropa protectora.
Usemos anteojos de sol que brinden 100 % de protección UV.
Evitemos lámparas y camas solares.
Busquemos ayuda en la naturaleza, ella coloca en las plantas componentes que pueden ayudarnos a aumentar el color de la piel. Son los carotenos, la zanahoria los contiene, pero Bixa orellana conocida como Urucum contiene una cantidad mucho mayor. Además de dar color homogéneo a la piel son potentes antioxidantes, junto con la vitamina E inhiben la aparición de arrugas previniendo el envejecimiento prematuro.
Respetemos al sol. Cada vez más personas lo hacen y van dejando la moda del tostado de la piel en busca de una opción más saludable y disfrutan del sol con la conciencia de que sea su amigo y le brinde sólo sus beneficios vitales<
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