El holobionte:

El cuerpo integrado con su microbioma

El término holobionte proviene del griego holos (todo) y bionte (ser vivo), y se refiere a un organismo y todos los microorganismos que viven en simbiosis con él. En nuestro caso, cada ser humano es un holobionte: una unidad biológica compuesta no solo por nuestras propias células, sino también por billones de bacterias, virus, hongos y arqueas que habitan nuestro intestino, piel, boca y otras superficies del cuerpo.
Este concepto ha revolucionado la biología y la medicina, porque deja atrás la idea del “individuo aislado” y reconoce que nuestra salud depende profundamente de esta comunidad microbiana. El microbioma –el conjunto de genes de estos microorganismos– influye en funciones esenciales como la digestión, la inmunidad, la producción de vitaminas y hasta el estado de ánimo.
Ser un holobionte implica cuidar tanto de nuestro cuerpo como de nuestros “huéspedes”. Dietas ricas en alimentos ultraprocesados, el uso excesivo de antibióticos o el estrés crónico pueden alterar este equilibrio y favorecer disbiosis (un desequilibrio microbiano), asociada a enfermedades como alergias, obesidad, depresión o afecciones intestinales.
Comprendernos como holobiontes nos invita a cultivar la salud desde una perspectiva más amplia, integradora y ecológica. Alimentar bien a nuestros microbios –con fibra, alimentos fermentados, vida al aire libre y menos químicos– es también una forma profunda de autocuidado.

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