Cosmética natural: La única opción II

En la cosmética Natural no se utilizan petrolatos, químicos sintéticos, o sustancias artificiales, ni ingrediente que sean de origen animal o testeado en animales, o realizado con ingredientes genéticamente modificados. Asimismo, deben ser productos sin conservantes tóxicos para la salud. No se emplean en la elaboración de los mismos, ni perfumes sintéticos, sustancias animales, siliconas, parabenos, ni colorantes artificiales. 

Durante la elaboración de los productos de cosmética ecológica se debe cumplir una serie de normas y pasar por los diferentes sistemas de control con el objetivo de obtener un producto de calidad y con garantía de que “es natural”. Los packaging de los productos de Cosmética Natural deberían ser reciclables y sustentables por lo menos en un porcentaje considerable, aunque la industria todavía no está preparada realmente para dar respuesta inmediata a esta cuestión. 

Al no existir una norma precisa sobre la cosmética ecológica, determinadas empresas privadas certificadoras han creado diversos certificados para controlar la composición y el proceso de elaboración de los productos. Existen cada vez más certificados para garantizar al consumidor un producto de calidad que corresponda realmente a sus expectativas.

Se aconseja familiarizarse con todos estos sellos con el fin de verificar de manera sencilla cuál es el producto de cosmética ecológica adecuado a tus necesidades y, sobre todo, no perjudicial para la piel y la salud o el medio ambiente. Pero no toda la cosmética natural está certificada. Existen muchas complicaciones para que esto sea así en esta parte del Cono Sur. No hay oferta de materias primas para cosmética natural certificadas, o las hay, pero son muy pocas y no alcanza para un desarrollo completo de productos y si la materia prima no está certificada en el país u homologada, no puede el producto final ser certificado como orgánico o natural.

Ante esta situación es importante que el consumidor sepa leer las etiquetas y sobre todo la letra chica de los productos. Por otro lado, entender los métodos de producción y las limitaciones. Antes de criticar un producto natural porque tiene tal o cual componente, debemos saber porque está allí y en qué porcentaje. Si está dentro del 5% y no es peligroso para la salud, posiblemente no tenga un reemplazo natural o este mismo existe, pero es tan costoso que hace inviable el producto. Hay materias primas naturales que pueden llegar a valer 100 veces más que uno no natural por la complejidad que implica obtenerlo y esto hace inviable al producto comercialmente.

Existen ventajas de los productos naturales frente a otros productos sintéticos, pero esto depende de cada persona y su metabolismo, la elección debe adaptarse al tipo de piel y sus necesidades. Por ejemplo, alguien con alergia a una planta determinada ya sea en extractos vegetales o en aceites, debe seleccionar marcas dermatológicamente testeadas. Ni todo lo natural es bueno ni todo lo químico es malo. Debemos verlo dentro de un contexto y siempre con el resto de componentes. 

Muchas marcas que se definen como naturales, contienen más químicos sintéticos que otras que no se definen como tal. Los cosméticos naturales están indicados para todos tipos de piel y tienen una mayor tolerancia, aunque las plantas como cualquier ingrediente de origen natural, pueden provocar alergias en un momento determinado. Este tipo de cosmética está orientada a reducir los tóxicos en piel, pero también está relacionada con la filosofía del respeto al medio ambiente. Desde los cultivos de las plantas sin pesticidas ni herbicidas o fertilizantes sintéticos, el sistema de fabricación y mano de obra sin explotación e incluso el uso de envases biodegradables.

La conservación de estos productos al no añadirles conservantes químicos reduce su fecha de caducidad, por lo que los organismos de control obligan al uso de los mismos, ya que un producto natural vencido o en descomposición puede generar tanto o más daño a la salud como un toxico sintético. 

Los productos que llegan a los comercios pasan por un control de Salud Pública, pero muchas veces se desconocen los efectos a largo plazo de algunos de sus ingredientes químicos. De hecho, la Organización Mundial de la Salud alertó hace años en un informe realizado conjuntamente con Naciones Unidas dejo en claro que muchas sustancias químicas sintéticas, cuyos efectos sobre el sistema hormonal todavía están por investigarse, podrían tener importantes repercusiones en la salud a mediano y largo plazo. 

Tengamos en cuenta que no siempre las alternativas aparentemente naturales lo son tanto, y hay que saber que el hecho de que un ingrediente sea 100% natural no significa que no tenga efectos secundarios. No todo lo que es natural es inocuo, de hecho, muchos venenos mortales son de origen natural. Lo que es indiscutible es que, existen alternativas naturales para prácticamente todas las necesidades de cosmética y belleza y es una tendencia que crece cada año. Y esta en nosotros los consumidores hacer que esta demanda crezca y exigir cada vez más regulaciones a la industria para que se transforme en una industria eco sustentable.

Por Ignacio Conde
iconde@fyn5.com

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