Antropología Alimentaria – 7ma. parte
Desde épocas del Imperio Romano las especias habían adquirido mucho prestigio. Se les atribuían cualidades tanto reales como fantásticas que encarecían su valor hasta un 1000%. El comercio de especias, cuyo origen se encontraba en el Sudeste Asiático, había sido muy redituable para comerciantes tanto musulmanes como cristianos. Las rutas de comercio de las especias solían ser secretas, ya que era una mercancía muy valiosa, y venían cargadas de leyendas y falsas creencias. Desde poderes curativos hasta afrodisíacos pasando por las que eran recomendadas para una buena digestión. En las mesas nobles, era muestra de poderío económico y político el ofrecer los banquetes especiados con pimienta, canela, clavo, jengibre o nuez moscada. América fue descubierta para sorpresa del mundo europeo. Con la intención de conseguir nuevas especias, se produjo un gran interés por conocer los alimentos americanos y tratar de adecuarlos a la dieta europea. Comenzó así un intercambio de productos autóctonos entre ambos continentes. Este encuentro de dos mundos provocará que los sistemas sociales y económicos universales se vean modificados: los países más adelantados tomarán ventaja de aquellos menos civilizados. Los alimentos ahora más que nunca se emplearán como fuente no sólo de poder, (como ocurrió con el azúcar) sino de grandes acumulaciones de capital.
Principales productos que se trajeron a América:
Azúcar: su obtención a partir de la caña se descubrió en la India. Fueron los árabes los que llevaron este conocimiento por Europa. Ellos perfeccionaron el trabajo del azúcar en la repostería. En las zonas tropicales de América se sembraron grandes cañaverales. La esclavización para trabajar en ellos enriqueció a las grandes potencias.
Trigo: Los europeos estaban acostumbrados al consumo de pan. Serían ellos los que promovieron la siembra de trigales. Además, para la cristianización se hacía indispensable el pan de trigo.
Ganadería: Los europeos trajeron la res, el caballo, el cerdo, la cabra. Estos animales no existían en el continente americano. Sirvieron tanto para el trabajo agrícola, como para enriquecer la alimentación.
Lácteos: El consumo de leche, quesos y otros derivados también fue un aporte europeo.
Vegetales y fruta: tales como manzana, pera, durazno, melón, sandía, uvas, olivo, dátil, ajo, cebolla, col, lechuga, zanahoria, berenjena también fueron incorporados a América en su cultivo.
Los principales productos que llegaron a Europa provenientes del Continente Americano fueron:
Vainilla: Dio pie a un gran desarrollo de la repostería por su finísimo aroma y sabor en Europa.
Cacao: La obtención de chocolate a partir de la semilla de cacao es un descubrimiento exclusivamente mesoamericano. El chocolate bebido impuso una moda en la Europa del s. XVII. Preparado como golosina a partir del s. XIX fue fuente de riqueza para europeos y norteamericanos.
Jitomate: hasta finales del s.XVIII e incluso el XIX que llegó a reinar en las mesas mediterráneas para permanecer hoy en día como protagonista de la cocina Mediterránea.
Pimiento morrón: fue rápidamente incorporada a la cocina española, griega y turca, proviene de tierras mesoamericanas y se agregó a la italiana, china, tailandesa adquirieron el gusto por el picante.
Vegetales y frutas: Maíz, cactáceas (nopal, sábila, tunas), calabazas (zucchini), aguacate (palta), papaya, guayaba.
Por Prof. Lic. Gabriela Buffagni
Lic. En Nutrición (MN3190 – UBA) r Prof. Regular Titular Cátedra de ASA – Facultad de Medicina (UBA) F Facebook: Nutrición Nuuff Instagram: @gabrielabuffagni