Propiedades del magnesio contra la diabetes
Un dato de gran interés para los diabéticos es que su administración suficiente favorece la producción de insulina.
Es una gran noticia para este colectivo que suele ver rápidos beneficios cuando se administra suficientemente. Además, entre las propiedades del magnesio, contamos con la protección de los sistemas nervioso y cardiovascular, habitualmente muy afectados por la diabetes.
El magnesio ayuda a evitar la acumulación de azúcar e insulina en la sangre; cuando esto ocurre se producen daños en los tejidos de los sistemas nervioso y cardiovascular, causando disfunciones en la vista, las arterias, etc.
Si eres diabético, ¡no te prives de los beneficios del magnesio! Una de las primeras opciones a considerar después de una alimentación saludable y específica; en este punto cuentas con la guía del libro Detené la Diabetes (Grijalbo).
Síntesis proteica
Ana María Lajusticia también señala:
“el magnesio es IMPRESCINDIBLE en la síntesis de proteínas y por lo tanto en la formación del colágeno de los huesos, cartílagos, tendones y ligamentos. Se necesita para la formación del ARN mensajero, en tres pasos más de la formación del enlace peptídico y en la estabilidad de los ribosomas, que son los corpúsculos en los que se forman la cadenas proteicas. Es decir, en cinco pasos y viene la pregunta: ¿Quiénes están formando más proteínas los jóvenes o los adultos? No hace falta saber mucho, para decir que son los jóvenes en situaciones de crecimiento rápido, las necesidades de magnesio se triplican.”
Otras propiedades: Un dato muy importante, ahora que se enfatiza tanto la necesidad de evitar la acidificación de los tejidos, es que el magnesio ayuda a restaurar el pH del organismo por sus propiedades alcalinas.
Otro punto a tener muy en cuenta es el uso del magnesio durante el embarazo y para cuidar la salud ósea.
Alimentos con magnesio
Les dejo una referencia para que tengan presente los alimentos con magnesio. Es el aporte aproximado en MG por cada 100 GRS de alimento:
Dátiles: 585
Semillas de girasol: 387
Semillas de zapallo: 262
Almendras sin cáscara: 258
Avellana sin cáscara: 258
Caracoles: 250
Germen de trigo: 250
Levadura de cerveza: 230
Perejil: 200
Cacao: 191
Mani sin cáscara: 174
Garbanzos: 160
Porotos blancos, pintas: 160
Pistachos: 158
Trigo, grano entero: 147
Harina integral: 140
Nueces sin cáscara: 140
Calamares y similares: 139
Castañas secas: 138
Piñones sin cáscara: 132
Arroz integral: 106
Camarones: 96
Higos secos: 86
Espinaca: 60
Pan integral: 91
Arvejas frescas: 50
Una regla de oro: primero los buenos alimentos y después los complementos. ¡Qué para eso son complementos!
Necesidades diarias
Para orientarnos, la dosis diaria recomendada de magnesio ronda entre los 300 y 350 mg/día para los hombres, 280 mg/día para las mujeres y entre 320 a 350 mg/día para las embarazadas. Sin embargo los especialistas independientes sostienen que las necesidades diarias se ajustan mejor a una dosis de 600 a 900 miligramos y se absorbe en el intestino delgado; esta absorción es bastante incompleta y representa solo alrededor de un tercio de magnesio que tomamos.
Es importante reconocer la diferencia entre aportar las necesidades mínimas y obtener lo suficiente para aprovechar todos los beneficios del magnesio. Nosotros podemos ocuparnos del primer punto con buenos alimentos ricos en magnesio y dosis habituales de complementos; un especialista nos guiará mejor si tenemos necesidades especiales.
Complementos de magnesio
La sal de magnesio más utilizada como complemento nutricional es el cloruro de magnesio, aunque también se aconseja el sulfato o el carbonato de magnesio con mucha frecuencia; todas están disponibles en farmacias y dietéticas en presentaciones de venta libre, aunque, para su mejor aprovechamiento, es conveniente seguir el consejo personalizado de un especialista en el tema.
El cloruro de magnesio se prepara a razón de 33 gramos por litro de agua y se almacena en una botella de vidrio; habitualmente se toma un pocillo de café en ayunas, eventualmente otro antes del almuerzo. Para mayores cantidades, consultar con un profesional.
Otra opción para incorporar las propiedades del magnesio es a través de un baño de inmersión; las sales de sulfato de magnesio, más conocidas como sales de Epsom, son ideales para este propósito. Lo habitual es darse un baño de magnesio 2 o 3 veces por semana. El agua debe estar tan caliente como puedas aguantarla y colocaremos entre una y dos tazas de sales de sulfato de magnesio (eventualmente también son de utilidad para este propósito las de cloruro de magnesio); el tiempo para permanecer en el baño es aquel con el que te sientas a gusto en un rango de 10 a 20 minutos.
¡No te prives de los beneficios del magnesio!
Pablo de la Iglesia
Naturópata
Coautor del libro “Estimula tu inmunidad natural” (Kepler) – /pablodelai
www.coachnutricional.net