Los beneficios del magnesio han de ser muy bien considerados en un programa de salud hoy día; potencialmente hay muchos alimentos con magnesio, pero dada la degradación de los suelos, su presencia en ellos se ha vuelto pobre.
Se trata de un mineral esencial para el ser humano que debemos incorporar a diario y en forma suficiente. Debido a nuestro estilo de vida estresante, necesitamos mayores cantidades que las que demandaban nuestros abuelos; como contrapartida, debido a los métodos de producción de alimentos, nuestra dieta lo aporta en cantidades insuficientes actualmente. Por ejemplo, el 90% de los estadounidenses son deficientes en magnesio. En Francia, una mujer cada cuatro y un hombre cada 6.
Pan, su caída a los infiernos ultraprocesados
Antes de la refinación, el pan era uno de los alimentos cotidianos más ricos en magnesio; junto con la sal, eran símbolo de la hospitalidad.
Lamentablemente, la refinación destruyó el valor de ambos; en consecuencia, hoy se ha multiplicado su capacidad de daño en la presentación como ultraprocesados ricos en azúcares simples y grasas malas. La refinación del trigo y su presentación como harina blanca, lo ha convertido en un alimento excedido en calorías y pobre en nutrientes; a esto debemos sumarle una mayor concentración de gluten, lo cual acarrea más problemas. La presencia y los beneficios del magnesio han quedado muy reducidos mientras que los aditivos tóxicos se han multiplicado.
La harina -como el azúcar y la sal- se refina por una cuestión de conveniencia comercial: que tenga mayor duración. Los ácidos grasos presentes en la harina integral se enrancian, la refinada dura años; así tampoco es atractiva para los gorgojos y otros bichitos que se alimentan de los cereales. ¡Y como no, si es una porquería que solo toleran los humanos!
Así fue como el pan, símbolo bíblico del alimento por excelencia, se fue degradando en términos nutritivos; no solo ha perdido los beneficios del magnesio, también fibra, vitamina E, ácidos grasos esenciales, etc. Sumemos la concentración de gluten, los aditivos y los menúes cada vez más ultraprocesados: el desastre está en la mesa.
Poco magnesio en los alimentos
El médico francés Pedro Delbet señaló otra causa por la cual la alimentación actual es más pobre en magnesio:
«La primera es el refinamiento de la sal. Antes se usaba en la mesa y en la cocina la sal gruesa y gris, es decir, la sal sin especial refinamiento. En tiempo húmedo se licuaba, en tiempo seco y caluroso se convertía en masa un poco dura. Esta delicuescencia de la sal se debía a la presencia del cloruro de magnesio.»
«El análisis de dicha sal gruesa y gris mostró que contenía por kilogramo 1.7 gramos de magnesio. Para evitar la incomodidad que representa el humedecimiento de la sal, se comenzó a eliminar una gran parte del cloruro magnésico, de suerte que ahora la sal refinada sólo contiene de 0.35 a 0.45 gramos de magnesio, en vez de 1,7 que tenía antes, o sea una cuarta parte. De sólo este hecho resulta que la ración magnesiana ha disminuido unos 50 gramos cada año por persona.»
Síntomas de carencia de magnesio
Entre las llamadas de atención que avisan posible carencia de magnesio, encontramos:
Fatiga. Calambres. Energía baja. Dificultad para dormir.
Síndrome premenstrual y desequilibrios hormonales.
Dolores de cabeza. Ansiedad.
La suplementación de este mineral tiene como única contraindicación los casos de insuficiencia renal; entonces, considerando esto, la suplementación rápidamente nos brindará los beneficios del magnesio ante algunos de estos síntomas. Por supuesto, la visita a un profesional de la salud es muy importante, especialmente si persisten.
Funciones del magnesio
Su presencia en nuestro cuerpo es relativamente elevada: aproximadamente 25 grs. El 70% está en en los huesos, el 29% en los tejidos blandos y el 1% en los líquidos orgánicos. Su reposición diaria es esencial para la salud general y el bienestar.
Entre las funciones del magnesio destacamos las siguientes:
•Contracción y relajación muscular.
•Funcionamiento de ciertas enzimas en el organismo.
•Producción y transporte de energía.
•Metabolismo de las proteínas.
•Crecimiento y mantenimiento del tejido óseo, nervioso y muscular.
•Neutralización del exceso de acidez estomacal.
•Regularización del intestino.
•Protección del sistema cardiovascular.
Es considerado el mineral anti estrés por excelencia; ayuda a prevenir ansiedad, fobias, tics, depresión, facilita un buen descanso, relaja los músculos y el sistema nervioso. Resaltemos su importancia para descontracturar los músculos y prevenir los calambres; los niveles bajos de magnesio favorecen la acumulación de ácido láctico causando rigidez y dolor.
Mejor rendimiento deportivo
Entre los beneficios del magnesio, su aporte suficiente favorece un mejor rendimiento deportivo. ¡Los atletas que no vigilan sus niveles de magnesio están dando ventaja! Mucha ventaja.
Ana María Lajusticia es una bioquímica española que ha dedicado su vida al estudio de este mineral, es una voz autorizada; llama la atención sobre el punto señalando una evidencia importante:
“¿Quiénes son los atletas que ganan las competiciones de fondo? Los etíopes y kenyatas, estos son los que viven en el Rift, en la herida de África, que está formada por cadenas de volcanes que durante siglos vomitaron cenizas que constituyen sus suelos y también el limo que arrastra el Nilo azul que hace que las tierras de Egipto bañadas por el mismo, sean las más fértiles del mundo. Y ese hecho, precisamente eso, es lo que hace que los suelos de esa zona al ser cenizas muy abundantes en magnesio ofrezcan a esos pueblos alimentos muy ricos en este elemento; también sabemos que éste se encuentra sobre todo en las semillas, que son un alimento básico de las etnias que baten todos los récords en las competiciones más duras.” Continuará…
Pablo de la Iglesia*
Naturópata
Coautor del libro “Estimula tu inmunidad natural” (Kepler)
FB/pablodelai / www.coachnutricional.net