En las sierras, selvas y quebradas del norte argentino, crece un árbol que ha sido durante generaciones el aliado silencioso de quienes buscan alivio para sus pulmones. Se trata del famoso Ambay (Cecropia pachystachya), una especie originaria de Sudamérica, que forma parte del saber popular y de la fitoterapia tradicional con respaldo científico creciente. Árbol nativo de las regiones tropicales y subtropicales de Sudamérica, crece de forma silvestre en países como Brasil, Paraguay, Bolivia y en el noreste de Argentina, particularmente en las provincias de Misiones, Corrientes y Formosa. Se lo reconoce fácilmente por sus grandes hojas palmeadas, similares a las de la higuera, y por su tronco hueco, lo que le permite vivir en suelos pobres y húmedos.
Diversos estudios farmacológicos han validado los usos tradicionales del Ambay, especialmente como expectorante y broncodilatador. Las hojas contienen compuestos como flavonoides (principalmente orientina y isoorientina ,compuestos químicos con propiedades antioxidantes y beneficiosas para la salud), mucílagos y taninos, que actúan de forma beneficiosa sobre las vías respiratorias:
Favorece la eliminación de mucosidad en casos de bronquitis, asma o resfríos.
Tiene efectos antiespasmódicos, ayudando a reducir la tos irritativa.
Se ha investigado su acción antiinflamatoria y vasodilatadora, que mejora la respiración en afecciones obstructivas leves.
Estudios realizados en laboratorios de Brasil y Argentina también destacan su bajo nivel de toxicidad, lo que la hace apta para tratamientos de corta duración bajo supervisión profesional.
Formas de consumo
La manera más tradicional de consumir Ambay es en forma de infusión o decocción de sus hojas secas:
Infusión: 1 cucharada de hojas secas por taza de agua caliente. Dejar reposar 10 minutos y beber hasta 3 veces al día.
Decocción: hervir las hojas durante 5 minutos y colar antes de consumir.
También se encuentra en jarabes fitoterápicos, tinturas madre y comprimidos, en las farmacias, combinada muchas veces con otras hierbas pulmonares como el eucalipto o la menta.
Contraindicaciones y precauciones
Aunque se trata de una planta segura en dosis moderadas, el Ambay no está exento de contraindicaciones: No se recomienda su uso prolongado sin supervisión médica.
Contraindicado en embarazo y lactancia, por falta de estudios que avalen su inocuidad.
Puede interactuar con medicamentos para el corazón o la presión arterial, ya que tiene efectos vasodilatadores leves.
En personas con alergias o asma severa, es importante consultar previamente con un profesional de la salud antes de consumirlo.