Estudios observacionales han encontrado que hasta el 30% de los pacientes hospitalizados por depresión son deficientes en vitamina B12. Un estudio transversal de 700 mujeres físicamente discapacitadas que viven en comunidad con una edad por encima de los 65 años encontró que las mujeres deficientes de vitamina B12 eran dos veces más propensas a estar severamente deprimidas que las mujeres sin deficiencia. Un estudio de base poblacional en 3,884 hombres y mujeres ancianos con trastornos depresivos encontró que aquellos con una deficiencia de vitamina B12 eran casi 70% más propensos a sufrir de depresión que aquellos con un estatus normal de vitamina B12. Las causas de la relación entre la deficiencia de vitamina B12 y la depresión no son claras, pero podrían involucrar una escasez de S-adenosilmetionina (SAM). La SAM es un donante del grupo metilo en numerosas reacciones de metilación en el cerebro, incluyendo aquellas involucradas en el metabolismo de los neurotransmisores cuya deficiencia ha sido relacionada con la depresión. Una deficiencia severa de B12 en un modelo de ratón mostró alteraciones notables en la metilación al nivel del ADN en el cerebro, que podrían conducir a alteraciones neurológicas. Esta hipótesis se sostiene en varios estudios que han demostrado que la suplementación con SAM mejora los síntomas depresivos.
El nivel aumentado de homocisteína es otro biomarcador no específico de la deficiencia de vitamina B12 que ha sido ligado a síntomas depresivos en los ancianos. Algunos pocos estudios han examinado la relación del estatus de la vitamina B12, los niveles de homocisteína y el desarrollo de la depresión con el tiempo. En un estudio de intervención aleatorio controlado con placebo en un poco más de 900 participantes mayores que experimentaron malestar psicológico, una suplementación con ácido fólico (400 μg) y vitamina B12 (100 μg) por dos años no redujo la ocurrencia de síntomas de depresión a pesar de la mejora significativa de los niveles de folato, vitamina B12 y homocisteína en la sangre a comparación con el placebo. Sin embargo, en un estudio a largo plazo, aleatorio, doble ciego, controlado con placebo entre enfermos con accidentes cerebrovasculares en un riesgo alto de depresión, suplementados diariamente con 2 mg de ácido fólico, 25 mg de vitamina B6 y 500 μg de vitamina B12 se redujo significativamente el riesgo de mayores episodios depresivos durante un periodo de seguimiento de siete años comparado con el placebo. Aunque aún no puede ser determinado si la deficiencia de vitamina B12 juega un papel causal en la depresión, podría ser beneficioso cubrir la deficiencia de vitamina B12 en individuos de edad avanzada como parte de una evaluación médica para la depresión.
Por Dr. Fabián H. Lavalle
Farmacéutico M.N. 11060
Bioquímico M.N. 7208
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