Verduras y aceite de oliva para prevenir la artritis reumatoide

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La artritis reumatoide es un trastorno inflamatorio crónico articular que se desarrolla generalmente entre los 40 y los 50 años y en la que influyen factores como la herencia, las hormonas y la alimentación. Aproximadamente, el 1% de la población mundial se ve afectada por este trastorno -las mujeres tres veces más a menudo que los hombres-.

Es una enfermedad en la que se inflaman las articulaciones produciéndose dolor, deformidad y dificultad para el movimiento, aunque también puede afectar otras partes del organismo. Las molestias y limitaciones que ocasiona, varían mucho de un enfermo a otro.

Las articulaciones que se inflaman con más frecuencia son las muñecas, las articulaciones de los dedos de las manos y de los pies, los codos, los hombros, las caderas, las rodillas y los tobillos. Por las mañanas puede haber dificultad para el inicio de los movimientos (rigidez matutina) de duración variable.

La Dra Athena Linos de la facultad de Medicina de la Universidad de Atenas ha realizado un estudio comparando los hábitos de 145 pacientes con artritis reumatoide y de un grupo de control formado por 188 personas que no padecían esta enfermedad.

Todos los participantes residían en el sur de Grecia. Los pacientes fueron clasificados en cuatro categorías según el consumo elevado o bajo de aceite de oliva virgen extra y verduras.

Los resultados fueron los siguientes:

El grupo cuyo consumo de aceite de oliva era más elevado (con una ingesta aproximada de 43 gramos diarios presentaba un riesgo 2,5 veces menor de desarrollar artritis reumatoide que el grupo de ingesta de aceite más reducida.

El grupo cuyo consumo de verduras cocinadas era más elevado (2,9 raciones al día) presentaba un riesgo 4 veces menor que el grupo de consumo más reducido (0,85 raciones al día) de desarrollar esta enfermedad.

Alimentación en las enfermedades reumáticas

La artritis reumatoide es una de las más de 100 enfermedades reumáticas existentes, por lo que el diagnóstico ha de ser realizado o confirmado por un reumatólogo.

Sin embargo, cualquier persona con molestias en articulaciones puede mejorar siguiendo unas pequeñas pautas dietéticas que consisten básicamente en sobre ponderar el consumo de verduras crudas, frutas, ensaladas conjuntamente con aceite de oliva virgen extra y cereales integrales y/o legumbres.

Las verduras y hortalizas poseen una elevada acción diurética al ser ricas en potasio, por lo que ayudan a eliminar la retención de líquido. Son además depurativos, regulan el nivel de grasa en sangre y previene la arterioesclerosis como la cebolla. Por todo ello, son útiles a la hora de reducir procesos inflamatorios. Siempre y cuando evitemos ciertos alimentos como las carnes rojas, embutidos, grasas animales y grasas hidrogenadas, dulces, bebidas carbonatadas, gaseosas y refrescos y no abusemos del azúcar, el café  y las harinas refinadas.

María Val, Sabormediterraneo.com

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