El selenio es un oligoelemento esencial para la vida.
Se halla en su mayor parte en los testículos y conductos seminales, en el hombre la proporción es el doble que en la mujer.
Funciones:
• Potente antioxidante: previene y retrasa el envejecimiento, previene la oxidación de las grasas que forman estructuras nerviosas, o la membrana celular de todas las células.
• Unido a la vitamina E se potencian.
• Mejora la elasticidad de los tejidos y los protege.
• Proporciona oxígeno a las células cardiacas, para problemas cardiovasculares, arteriosclerosis.
• Resuelve la impotencia sexual en hombres y la frigidez en mujeres.
• Favorece la fertilidad en ambos sexos, unido a la Vit.E.
• Mejora el crecimiento de los niños.
• Potencia y estimula el sistema inmunológico creando anticuerpos.
• Favorece el buen funcionamiento del hígado y lo protege de su degeneración grasa. Cirrosis.
• Mejora el estado de la piel y mucosas: intestinal, respiratoria.
• Para dermatosis seborreica, caspa, acné.
• Ayuda en el ejercicio y la función muscular.
• Mejora el estado del cristalino y de la retina impidiendo la formación de cataratas.
• Favorece la eliminación de urea y ácido úrico.
• Envejecimiento prematuro.
• Encanecimiento del cabello.
• Enfermedades degenerativas.
• Cáncer, SIDA.
• Artritis reumatoide, artrosis, gota, osteoporosis.
• Prostatitis crónica.
• Micosis.
Aportan Selenio al organismo: Repollitos de Bruselas, brócoli, cereales integrales, cítricos, rábano, alfalfa, levadura de cerveza, algas marinas, mariscos, ajos, cebollas, puerros, champiñón, germen de trigo.
Lo mejor es asociarlo a las vitaminas A, C y E para obtener mejores resultados.
Debido a que la enfermedad crea unas necesidades extraordinarias de este y otros elementos, las reservas se consumen y es necesario suplementarlo.