Mi nivel de “capacidad de asombro” se pasó dos estaciones. Lo bizarro, lo impune, se dan coco con coco, como en un capítulo de los tres chiflados, pero no tienen nada de graciosos… A metros de las elecciones esperamos atentos a que suceda lo menos peor. Separamos los dos palitos de maleza, nos peleamos entre nosotros, evaluamos el futuro, pensando con los ojos del hoy. Y es que sólo vivimos en el presente. Sólo por hoy – nos decimos. Después se verá. Cómo podríamos entonces seguir adelante sin él “sólo por hoy” cuando la incertidumbre económica pendula sobre nuestras cabezas. ¿Cómo seguiríamos adelante sin el eterno presente, cuando no sabemos que “corcho” pasará luego de las elecciones? ¿Por qué nos jugamos siempre entre la nada y la nada…sin tener claridad nunca? Pareciera que no recordara peores catástrofes, no. De guerras, de hambre, de represión y de espantos… estoy siendo injusta hoy entonces, hablando solo de economía. Es que es de humanos pensar en el presente. Y no nos distinguimos por la memoria. Me llamo a la reflexión entonces, respiro profundo, agradezco mi presente y este sol, mi ropa mi comida, la salud, mis amigos, mi familia, mi trabajo… claro que temo perder todo o parte, a todos nos pasa, pero esto, como argentinos, es el baile que nos toca bailar. Hoy por la mañana escuchaba la radio con mi esposo, a dos políticos gritándose uno al otro: “Sos Pedorro” “Vos sos pedorro”. Tapándome la boca exclamé: – “Juan, ¿qué va a ser de nosotros?”
– “Lo que siempre hicimos: Rock and Roll Baby”.