Enero 2018 – Reflexivos estamos

Ya pasadas las fiestas y las despedidas interminables, ahora sí a pocos días de comenzado el año empezamos sentir como baja la adrenalina. Los que tienen la suerte de irse de vacaciones cambian la rutina de los espacios, los que se quedan en casa retoman lo pendiente del año, el que sigue trabajando lo toma en modo “slow” (lento)… yo misma miro por la ventana, sueño ante la pantalla y me levanto tarde (9.30) cuando mi rutina del año hace sonar el despertador a las seis y media. Un tiempo más mío, un aire cálido para nuestros cerebritos y corazones cansados.

Es que fue un año movido el pasado, con final caliente… bah! como casi todos los años… sí hasta parece que estuviéramos acostumbrados!! Sí, es una fea reflexión, lo entiendo, pero buscando texto para charlas metafísicas surge “es posible tener esperanzas” un texto de Marta Fleischer de principio de siglo XXI (2000-2001), algunas veces publicado, pero la ocasión amerita su re publicación. Y hasta en versito me salió, como quitándole seriedad a la cosa, aunque de cosa tiene poco, aunque la cosa seamos nosotros. Sí, los mismos que aquí estamos, con algunas bajas – la vida es así- y algunas altas, la vida también es así. Aquí estamos digo, trabajando, pensando, tratando de entender, de descifrar si la realidad es la violencia o esa es la mentira y la realidad es la que vivimos todos los días. La verdad del café a la mañana, el beso, la mano, el libro, tu cara linda, el aire, los compañeros, los juguetes, el abuelo, los moquitos, los cordones, el cuidese! El nos vemos después, el ahora te llamo…

Lo que tratamos de hacer todos los días de nuestra vida, es estar en paz, es cuidar a nuestros amados, cada uno a los suyos, hasta el pez dorado y las plantas. Qué es lo que hace que se empeñen en querer quitarnos la paz? Cómo hicimos todos estos años para sobrevivir a la locura entonces? Mirando para adentro encontramos la respuesta. La paz está dentro nuestro, ese lugar del que estamos seguros somos dueños. Trabajemos en lo chiquito y conservémosla como un tesoro, el resto es el show, el que cambia según la ocasión. En secreto y en silencio trabajemos, regando las plantas, pensando. En ese lugar perfecto: Vos

Cecilia Andrada / Directora

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