La sabiduría de las plantas para el cuidado de nuestro cuerpo

Las plantas están repletas de aceites esenciales, antioxidantes y otros ingredientes beneficiosos que reparan la dermis, la nutren y previenen su envejecimiento. Hoy sabemos que una piel sana es una piel bella: los activos vegetales son los mejores aliados para este cometido, por la facilidad en que la piel los asimila. 

Sin embargo, usar activos vegetales en la cosmética natural no es tarea fácil, y muchas veces no se respetan integralmente los ciclos orgánicos del medioambiente en el proceso. Son pocas las marcas que nos garantizan una correcta y adecuada composición de sus productos.  Las materias primas naturales han de ser sustancias de origen vegetal o mineral que no hayan sufrido transformaciones, procesos de refinado, desodorización o emulsionado natural. El objetivo, ante todo, es mantener sus propiedades originales. Por eso hacer cosmética natural es complejo, porque los procesos de cuidado de ingredientes naturales son delicados y costosos.

Hacer cosmética natural, además, es un trabajo enmarcado en procesos más amplios. Tiene que ver con aplicar los mejores esfuerzos, consciencia y el mejor criterio para obtener resultados que respeten al medioambiente y al ser humano. Es por eso que, además de proteger a los ingredientes, se busca resguardar la tierra en la que fueron cultivados, los trabajadores que se encargaron de su cosecha, fraccionamiento y distribución y los lugares en que se almacenan, entre otros factores. Finalmente, el objetivo es usar sabiamente los recursos que nos brinda la naturaleza, honrando el conocimiento y bondad que ella nos otorga. Hacer cosmética natural, entonces, implica una sabiduría, una consciencia y un criterio para identificar la mejor manera de proceder a la hora de respetar el legado de las plantas y la integridad humana.

Por el momento no existe ningún aval de calidad, regulado por algún organismo especializado, que identifique seriamente si un producto cosmético reúne los requisitos de producto natural. Son excepciones ciertas certificadoras en algunos países. Tendremos que guiarnos por nuestros sentidos: vista, tacto, olfato y, esencialmente, por el sentido común para detectar si un producto es natural o es una copia sintética cuando no contiene certificación internacional.

Podemos entrenar ese sentido común. Es importante comprender que un producto de cosmética vegetal no contiene conservantes químicos agregados. En caso de ser necesario, se emplean conservantes de origen vegetal o natural. De este modo, es posible desarrollar productos con una vida útil considerable, pero que no se prolonga en demasía artificialmente. Del mismo modo, se emplean esencias puras con la intención de crear aromas sanos y naturales, en oposición al efecto de los perfumes artificiales. Se buscan beneficios similares a los que otorga la aromaterapia, exaltando las fragancias vegetales para enriquecer aún más la experiencia y brindar un nivel más sutil de relajación y armonía.

Los productos de cosmética vegetal no van a contener colorantes sintéticos ni artificiales, sino que (si así lo requieren) gozan de colores provenientes de fuentes minerales y vegetales.

La cosmética natural, como todo rubro, también tiene sus quimeras. Desgraciadamente existen fabricantes que, aprovechándose de la moda “de lo natural”, utilizan como gancho publicitario algún ingrediente vegetal que añaden en pequeñas proporciones a sus composiciones sintéticas, y venden su producto como “100% natural.”

Sin embargo, no podemos dejar de involucrarnos conscientemente con el cuidado de nuestro organismo. Las ventajas de la cosmética natural son enormes para la salud de la piel, pues además de no ser agresiva para ésta, fortalece y mejora las funciones dérmicas gracias a los componentes químicos naturales de las plantas.

Recuperar la tradición de las plantas en el cuidado de nuestro organismo puede llevarnos a un futuro mejor. De a poco, lo estamos logrando. Producir cosmética natural en el territorio nacional es un primer paso, y muy valioso, hacia este cometido<

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