Con 30 años en el mercado, laboratorio Vantorex sube la vara en estándares de calidad, investigación y estética. Concebida por el Lic. en química Juan Alberto Tereñas en 1987 cuenta con el trabajo de la siguiente generación, en área científica Lic. Juan Tereñas (químico) y la comercial al mando del Lic. Ramiro Tereñas, (Lic. administración de empresas y comercialización). Son un claro ejemplo de un mercado que avanza y se va preparando para más.
Vantorex cuenta con distintas líneas, Botánika en cosmética natural. Noble Apicultor en alimentos funcionales y suplementos dietarios de origen apícola y la línea Natier con todo el abanico de extractos vegetales en polvos, fluidos y líquidos. Elaboran cerca de 170 productos, divididos en cosméticas, suplementos dietarios y alimentos funcionales.
Ramiro se presta a la entrevista, con buen humor y un café de por medio.
-Qué hace que un producto sea bien recibido en el mercado?
-La información que maneja el consumidor hace que la demanda por uno u otro producto vaya cambiando vertiginosamente.
Hoy cambia radicalmente el paradigma de la información y a partir de ahí surgen muchas necesidades que los propios consumidores nos trasmiten.
No solo es la empresa la que propone un producto y este sea bien recibido, sino que el mismo consumidor te empieza a pedir cosas nuevas en forma permanente a nivel nutricional para poder satisfacer sus necesidades. Nosotros como empresa tratamos de desarrollar productos nuevos en función de esa necesidad. Tenemos mucho contacto con nutricionistas, con profesionales de la salud en general y con los consumidores directos que permanentemente están comunicándose con nosotros.
-Cuál es el papel del punto de venta a la hora de llegar al consumidor final?
-En un porcentaje muy alto, la decisión de compra se define en el punto de venta. Y ahí se presenta un gran problema: El desconocimiento del producto y la desinformación por parte de quienes lo comercializan. Esta desinformación también se encuentra dentro del ámbito de la nutrición; muchos nutricionistas terminan su carrera y ven muy poco sobre los suplementos dietarios o las propiedades de tal o cual nutriente nuevo… Tal es así que el consumidor que encara una compra y hace una consulta en el punto de venta muchas veces no se llega a informar con detalle y con precisión. Y eso hace que el producto no se comercialice o no sea comercializado para la función que debería tener.
-Hay un vacío entre el conocimiento profesional y el conocimiento que recibe el comprador a través de medios, redes sociales, lo que busca en google?
-En las redes sociales hay muchos “referentes de opinión” que se basan en información repetida, de otros “referentes de opinión”, o bien información que hay en “google”. Pero datos certeros hay muy pocos. Lo que nosotros siempre pedimos, tanto a las dietéticas como a los consumidores, es que vayan a la fuente del productor; ya sea a nosotros, a nuestros competidores, a quien fuese para poder confirmar bien las bondades y beneficios del producto. Así va a alcanzar los objetivos que está buscando.
En cuanto a los profesionales, deben darse cuenta de que el paradigma de los suplementos nutricionales cambió. A los nutricionistas en su formación les indican que los suplementos dietarios incluyen aminoácidos, vitaminas y minerales, todo de origen sintético; pero no se dan cuenta que el mercado ha mutado. Hoy “la línea” es que vos puedas extraer los principios activos a partir de ingerir un extracto vegetal. Si yo quiero vitaminas de origen vegetal o por ejemplo una proteína de alto valor biológico vegetal voy seguramente a consumir Espirulina. Y si quiero alta cantidad de flavonoides seguramente voy a consumir propóleo, pero a partir de un elemento natural. No a partir de esos activos sintetizados.
-Cuán grande es el mercado?
-El mercado crece exponencialmente. En estos últimos 5 años vimos un crecimiento exponencial del mercado de la dietética, hay actores nuevos todo el tiempo. Se han desarrollado todas las cadenas ya sea de elaboradores, de distribuidores, de comercios, cadenas de profesionales de la salud. Todos ellos han conformado un mercado nuevo, hoy por hoy te diría que es difícil determinarlo porque se reproducen a diario los comercios y las posibilidades que tiene este mercado. Hoy creo que está en alza, y creo que es parte de la moda y parte también de un nuevo paradigma de la salud y la nutrición.
-Esto sucede solo en Buenos Aires, o se replica en el interior del país?
-Está sucediendo en el interior del país muchísimo, vemos que del interior está cada vez más ávido de recibir estas ofertas de producto y cada vez se desarrolla más. La imposibilidad de tal o cual zona del interior de recibir estos productos ahora se ha achicado a través de distribuidoras y cadenas comerciales.
-La gente necesita que la convenzan de elegir un producto natural?
-Creo que es al revés, tienen que convencerla de lo contrario. El médico quiere seguir dando lo sintético y el paradigma del consumidor cambió. Ellos lo que le exigen al médico es que se les de la alternativa natural.
-Es el precio la variable de calidad?
-No, muchas veces no es el precio. Nosotros tenemos una política que es “precio razonable para uso diario”. Creemos que un suplemento o un alimento funcional no tiene que tener un valor más allá de otros sustitutos en el mercado. Lo que tenemos que generar es un acceso más masivo para justamente generar ese vínculo con el producto. Que no sea un lujo, sino que se incorpore en la dieta diaria, en la vida diaria; que poder usar un shampoo sin sulfatos ni parabenos, no sea un dolor de cabeza, ni para el bolsillo ni para poder encontrarlo. Igual con un suplemento dietario ya que la única forma de que estos alimentos y suplementos tengan beneficios directos en la salud es que se consuman en forma permanente, constante y sostenida en el tiempo.
-Y para finalizar: Cuál es el mercado soñado?
-Si pudiera soñar, sería con un mercado donde la gente esté informada, donde los entes reguladores nos dieran las herramientas a los elaboradores para poder brindarles más herramientas a los consumidores y que puedan ser libres de elegir el producto que deseen, con la calidad de los estándares que se merecen, en función de regulaciones nuevas y que nos permitan a nosotros incorporar alimentos y suplementos nuevos en forma permanente y que eso lleve a enriquecer no solamente nuestras capacidades como elaboradores sino también las capacidades de elección, y de nutrición de los consumidores. Un suplemento o un extracto vegetal al que se le impide el ingreso sin analizar, es limitar la posibilidad de que una persona pueda palear un desorden orgánico, una enfermedad, un dolor.
Entonces yo sueño, con un mercado donde los entes reguladores, regulen; donde los elaboradores se tecnifiquen para poder elaborar mejor y que las cadenas de comercialización (comerciantes y dueños de establecimientos) puedan generar cada vez más vínculos con nosotros, las empresas y que eso se transforme en más información y más servicio para los consumidores, y que los consumidores puedan elegir dentro de un abanico de más opciones para poder generarse posibilidades y más opciones nutricionales que hagan relación directa con una mejor calidad de vida.
Cecilia Andada /CONVIVIR