Estamos en la Luna… Y sí, porque por ahí deberemos estar, ya que en este planeta parece que estamos ausentes. Estamos en la Luna. Porque no nos ocupamos del aquí y el ahora, porque seguimos imperturbables cuando se nos está moviendo el piso, literalmente. Porque mientras mayoritariamente estamos en la Luna, pasan tantas cosas en la superficie de la Tierra. ¿Y nosotros? Bien, gracias, pero aparentemente ausentes.
Cómo podríamos explicar de otra manera la tremenda apatía, la carencia de nuevos líderes en el mundo, el “andar sin pensamiento” manifestado a diario. No, te lo firmo: no estamos aquí, estamos en la Luna. Y si no, fijate: investiga cuantas personas hacen el esfuerzo de alimentarse correctamente, o toman conciencia de la basura que generan?
«Lunáticamente» consumimos productos diet con edulcorantes peligrosos, y no les prestamos la menor atención. Permitimos que crezca la soja hasta convertirnos en un desierto… mientras nosotros estamos en la Luna. Padecemos una ciudad casi sin árboles, con automotores que contaminan y motociclistas que no respetan los semáforos, porque nosotros estamos en la Luna.
Qué puedo decirte, sería tanto lo que podría detallar que atenta contra nuestra sagrada vida, mientras nosotros mismos lo permitimos; que podría llenar el diario entero. Lo más triste es que no estoy diciendo nada nuevo, porque el tremendo desajuste climático que nosotros mismos creamos, los trastornos genéticos que nosotros mismos ocasionamos, todo, todo, todo: lo permitimos nosotros mismos. Y este desbarajuste que armamos, solamente lo podremos arreglar entre todos si dejamos de estar en la Luna y aterrizamos. Si tomamos conciencia de que nuestros hijos y nietos merecen vivir en un buen mundo.
Para eso simplemente hay que ocuparse, no esperar a que los demás, o los gobiernos, hagan algo. Hacerlo nosotros mismos desde nuestros humildes puestos, cada día. Participar, enseñar lo que sabemos, no callarnos, ocuparnos y contribuir al bien común.
La vida de todos los días, esa que mal o bien venimos llevando, necesita que nos interesemos y hagamos cargo, para que, entre todos, podamos mejorarla. Hacemos Convivir porque sabemos que el cambio es posible y soñamos con vivir el momento en que cuando desde otro mundo alguien pregunte dónde queda el paraíso, le contesten: en la Tierra.
Marta Susana Fleisher