El supermercado Naturista “El Poroto Loco” cumplió 16 años. Enclavado en el barrio porteño de Pompeya, ahí en av. Saenz 720. Leonardo Brandi se recuerda como muchachito de 20 años, junto a sus padres abriendo este Súper Naturista, en su momento un concepto totalmente diferente.
¿Qué sentís hoy, cumpliendo 16 años de trabajo, al ver el camino recorrido?
Se siente felicidad! Intensidad de vida. Haber conseguido vivir de un trabajo que me gusta y me apasiona con el objetivo claro de seguir cumpliendo metas sin estancarme. En lo personal mi trabajo me ayudó muchísimo a poder crecer como persona, me impulsó a seguir formándome -que es una meta constante-, ser una buena persona, ser solidario, y ser persistente.
¿Qué le dirías a ese Leo de 20 años?
Le diría hoy desde mis 36 años que realmente estoy orgulloso del esfuerzo, del empuje y la garra que le puso al emprendimiento para poder salir adelante y… “triunfar”.
Me imagino que no fue un camino fácil. ¿En tu zona fue sencillo para el publico incorporrar los habitos saludables que propones?
La verdad es que costó imponer hábitos saludables, la gente no tenía información sobre “qué es comer sano”. Ahora sí, se habla de esto en los medios, entonces pudimos ir incorporando e informando sobre productos y alimentos que benefician a la salud. Nosotros nos hemos ido capacitando. Leyendo, tomando cursos que luego transmitimos a nuestros empleados. Hay que estar informado para dar un asesoramiento y que la gente se vaya tranquila y segura de que está consumiendo el producto correcto. Es el público el que siempre influye, va marcando rumbos, pide, y así nos fuimos complementando. Hoy tenemos más de 3600 productos diferentes y la realidad es que se venden todos.
¿Cómo festejas este nuevo cumpleaños?
Agradeciendo. Agradeciendo a proveedores, a clientes, porque sin ellos no hubiéramos podido lograr nada. También estamos muy agradecidos a ustedes, al diario Convivir por trabajar en conjunto después de tantos años, por la buena atención y la buena energía que llega siempre. Gracias a todo mi equipo de trabajo, que se pone la camiseta día a día.
Y algo especial: a mis viejos, a mi mamá Elsita y a mi papá Carlitos, él está conmigo trabajando en el negocio, acompañándome. Gracias a ellos que me inculcaron valores, respeto, educación, lealtad y sin ellos no hubiera sido nadie. Son lo más lindo que tengo, me siento súper orgulloso de los dos y los amo.
¡Feliz cumple porotos locos!