Ejercicio moderado reduce el riesgo de ACV en mujeres

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El ejercicio moderado ayuda a reducir en un 20% el riesgo de ataque cerebral en mujeres. Así lo indica un estudio realizado en Estados Unidos cuyas conclusiones, presentadas por la American Stroke Association, muestran que el beneficio estaría presente también en las mujeres postmenopáusicas a las que se les administra hormonoterapia. Ayudando a compensar el incremento del riesgo de ACV –de hasta 30%— que estas tienen. Por su parte, los autores del estudio -integrantes del departamento de ciencias de la población del Instituto de Investigación Beckman de la Ciudad de Hope en California- manifestaron su sorpresa al encontrar que la actividad física moderada aunque sostenida en el tiempo se asoció fuertemente a un menor riesgo de ataque cerebrovascular, cosa que no ocurre con la actividad más exigente como correr o realizar ejercicios aeróbicos. Los investigadores analizaron información médica de 133.479 mujeres en el marco del Estudio de Maestros de California para analizar cuántas habían sufrido un ataque cerebral entre 1996 y 2010, y las conclusiones fueron contundentes: aquellas que reportaron la realización de actividad física moderada fueron 20% menos propensas a sufrir un ACV, en comparación con las mujeres que no realizaban actividad física. “Cuando pensamos en ACV y mujer debemos considerar la actividad física porque la obesidad y el síndrome metabólico implican un riesgo mayor, al igual que el uso de anticonceptivos, especialmente en presencia de otros factores de riesgo o en caso que la mujer sea fumadora y haya tenido otros eventos de trombosis”, completó el Dr. Pedro Lylyk, director de Instituto Médico ENERI y Clínica La Sagrada Familia. La importancia del chequeo anual en la mujer Los especialistas recomiendan la realización anual de un chequeo integral y personalizado de la salud de la mujer con el fin de poder prevenir el desarrollo de eventos cardiovasculares graves, mediante la implementación de estrategias preventivas más intensas cuando sea necesario. Lo que incluye examen físico, realización de pruebas de laboratorio, electrocardiograma y estudios modernos de diagnóstico por imágenes. Pero insisten en prestar atención en los factores de riesgo que son modificables:
• Hipertensión arterial: La presión arterial alta (≥140/90 mmHg) sin tratamiento aumenta el riesgo en la mujer de presentar un episodio cardiovascular. La hipertensión no puede curarse, pero sí puede controlarse (el valor óptimo es 120/80 mmHg) mediante cambios en el estilo de vida.
• Diabetes: El riesgo de enfermedad cardiovascular en la mujer diabética aumenta entre 3 y 7 veces mientras que en los hombres lo incrementa de 2 a 3 veces.
• Tabaquismo: En Argentina fuma el 34% de la población adulta. Cada año Ejercicio moderado reduce el riesgo de ACV en mujeres mueren 40.000 argentinos por causas relacionadas con el tabaco y el número de jóvenes que fuma sigue en aumento, fundamentalmente las mujeres. Se calcula que el 50% de los infartos entre las mujeres de mediana edad son atribuibles a esta adicción. El consumo de cigarrillos combinado con el uso de anticonceptivos orales también ha demostrado aumentar el riesgo de sufrir un ataque cardíaco o cerebral. De hecho, su uso en mujeres fumadoras > 35 años está relativamente contraindicado.
• Dislipemia: El aumento del colesterol total y de la lipoproteína de baja densidad (LDL) o colesterol “malo” son importantes factores de riesgo de enfermedad cardiovascular en las mujeres. Los niveles bajos de la lipoproteína de alta densidad (HDL) o colesterol “bueno” son predictores de enfermedad coronaria en la mujer.
• Obesidad e inactividad física: Realizar actividad aeróbica rutinariamente definitivamente ayuda a reducir el peso y previene problemas cardiovasculares.
• Estrés: Es un factor de riesgo reconocido en ambos sexos. Sin embargo, estudios preliminares han demostrado que mientras los niveles de hormonas relacionadas con el estrés disminuyen cuando el hombre llega a casa tras su jornada laboral, en la mujer ocurre lo contrario

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