Demoliendo mitos: La alimentación en el embarazo

MITO- “Debo comer el doble debido al embarazo”

FALSO:Comer por dos debe entenderse como ser consciente de que madre e hijo dependen de los mismos alimentos para estar sanos y no consiste en duplicar las porciones de los alimentos ni tampoco el número de veces que uno los ingiere. 

MITO- “Jamás comer pescado durante el embarazo»  

FALSO: Lo que sucede con el pescado y los mariscos es que su consumo debe ser limitado por la contaminación con metilmercurio. Además, debe estar bien cocido, sin excepciones.

MITO- “Puedo comer cualquier carne jugosa o con jugos rosados para absorber más hierro”

FALSO:Cualquier tipo de carnes (vaca, pollo, cerdo, pescado, conejo, cordero, chivito, etc) debe consumirse bien cocido.

MITO- “Algunas frutas como el ananá pueden ser abortivas»

FALSO: Los abortos son provocados por causas de tipo fisiológico, en ningún caso por la ingesta de alimentos (dentro de los cuales se encuentran las frutas y/o verduras).

MITO- “En el embarazo, no hay alimentos prohibidos”

FALSO:Existen ciertas precauciones alimentarias que debemos tener presentes durante el embarazo para disminuir el riesgo de contaminación por bacterias; por ejemplo, evitar el consumo de alimentos crudos y sin pasteurizar, como las carnes crudas o poco cocidas, embutidos crudos, mariscos crudos, huevos crudos, etc.

MITO- “Debe comerse sólo alimentos orgánicos” 

FALSO: Aunque la agricultura y ganaderías orgánicas son una manera de reducir la exposición a productos químicos, su consumo no es imprescindible.

MITO- “Tomar leche fría contra la acidez”  

FALSO:La leche efectivamente provee una protección temporal contra la acidez, pero varios estudios han demostrado que también estimula la producción de HCl, lo que puede hacernos sentir mal otra vez después de un corto período de mejora.

MITO- “Se puede tomar más de dos tazas de café al día”  

FALSO: La cafeína, que también está presente en algunas bebidas gaseosas, puede atravesar la placenta y llegar al feto, alterando su respiración y su frecuencia cardíaca; con lo cual, se debe limitar la ingesta a no más de 2 tazas al día.

MITO- “Hay que suprimir las grasas”  

FALSO:Las grasas son necesarias, aunque su ingesta recomendada varía según el tipo del que hablemos. Si son saturadas, se deben moderar. Mientras que las poliinsaturadas y las monoinsaturadas, son más recomendables para consumo diario.

MITO- “Los antojos tienen relación directa con los alimentos”  

FALSO:Tradicionalmente los antojos se han atribuido a carencias nutricionales de la embarazada. Hoy en cambio esta idea prácticamente se ha desechado. Sí que, en ocasiones, la madre nota que necesita comer algo dulce. Estas apetencias coinciden con bajadas de glucosa. 

Las actuales teorías hablan más de los cambios hormonales que provocan a su vez modificaciones en el gusto y en el olfato. Asimismo, también se cree que pueden estar relacionados con una forma de demandar atención por parte de la mujer embarazada, debido a la ansiedad que a menudo acarrea la gestación.

Prof. Lic. Gabriela Buffagni
Lic. En Nutrición (MN3190 – UBA)
Prof. Regular Titular Cátedra de ASA  Facultad de Medicina (UBA)
@gabrielabuffagni  |  gabrielabuffagni@gmail.com

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