Antropología Alimentaria – 9na. parte
“Que tu medicina sea tu alimento y el alimento tu medicina” es un concepto acuñado por el ilustre griego Hipócrates, padre de la medicina moderna, hace unos 2500 años. La relación comida y salud, es tan antigua como la dieta “Paleo”, hoy tan en boga. Volviendo a los orígenes de las sociedades veremos (resumidamente) cómo los distintos grupos humanos han desarrollado sus dietas para mantenerse saludables. La alimentación de la antigua china estaba relacionada con los elementos, así se divide en los elementos agua, metal, tierra, fuego y madera, y sus sabores en temperatura, fríos (sandía), templados (girasol), (neutros: hongos e higos (calientes: jengibre pimientos). Los alimentos en el imperio amarillo tenían más relación con mijo y arroz integral, de grandes propiedades alimenticias, como hoy se conoce. En el impero griego, Hipócrates dividió a los alimentos en cuatro categorías: calientes (p. ej. cebolla, mostaza); fríos (lechuga); húmedos (uvas) y secos (espárragos). Relacionó también las propiedades de los alimentos con los cuatro humores del cuerpo (flema sangre, bilis negra, bilis amarilla) y los cuatro temperamentos (flemático, sanguíneo, melancólico y colérico). A su vez se vinculaban estos elementos con las estaciones del año. Entre los alimentos que preconizaba Hipócrates figuran verduras, frutas, la cebada, cereales. No era muy proclive a las carnes rojas. En la Medicina Tradicional de la India se da gran relevancia a la cuestión alimenticia, siendo el alimento y su combinación, el pilar más importante. La Medicina Ayurvédica contempla que el bienestar se ve afectado por tres energías vitales o doshas: la Pitta (fuego y agua); la Vata (aire y éter) y Kapha (tierra y agua). Los alimentos tendrían la capacidad de incrementar o morigerar cada dosha.
La alimentación en Oriente antiguo.
En Oriente, se pide “que el hombre examine sus alimentos”, y se hace muchas menciones – en diferentes fuentes- elevando y alabando las bondades del trigo, la cebada y demás cereales integrales. En rigor de verdad, la medicina islámica hizo una síntesis de las enseñanzas hipocráticas con los remedios tradicionales árabes. En ese sentido es clave el libro “Canon de la Medicina” de Avicena. Allí se expresa: “Tibbi (la nutrición) comprende carnes, verduras y frutas, y encierra una energía, una esencia que puede identificarse y formularse”.
La alimentación en el Renacimiento
A fines del siglo XVI se idea una nueva rama de la medicina que cuantifica las funciones y la mecánica del cuerpo. Hoy se considera al médico Sanctorius, el precursor de lo que se considera la moderna nutrición. En 1598 d.C. con una balanza y pidiéndole a sus pacientes que contengan la evacuación y la diuresis luego de comer, logró descubrir que el hombre perdía media libra de peso diaria a través de la respiración…
Mas acá en el tiempo, en los albores del siglo XX, alimentación y virtuosismo se relacionaron para William Keith Kellogg y su hermano, el médico John Kellog. Como plan destinado a una vida sana lejos de distracciones originadas por las pulsiones sexuales, desarrollaron un plan de alimentación, como parte de la dieta de la comunidad de los Adventistas del Séptimo Día. Así en 1906 es fundada la compañía Kellogg’s® con sus copos de cereales matutinos. Utilizados hace más de un siglo en desayunos de occidente.
La dieta Kousmine, hacia la salud integral
A diferencia de una dieta de adelgazamiento, los estudios de la Dra. Kousmine (1904/1992) revelaron una relación entre dieta y enfermedad. Basándose esta dieta en elevar la inmunidad para prevenir enfermedades. Basa su éxito en cuatro preceptos:
1. Alimentación sana: procurando reducir proteínas animales y grasas saturadas, suprimir los azúcares, harinas y aceites refinados y sustituirlos por alimentos frescos, granos enteros y aceites prensados en frío.
2. Limpieza intestinal: las enfermedades degenerativas van estrechamente vinculadas a la intoxicación crónica que empieza en el intestino y el hígado. La práctica regular de enemas forma parte de su método.
3. Alcalinización de la orina: la dieta occidental es acidificante. Para neutralizarla, el organismo debe recurrir a sus reservas de sales minerales, creándose una carencia de los mismos, que hay que corregir.
4. Suplementación con vitaminas y minerales: la dieta occidental, aunque excesiva, crea muchas carencias, en particular de vitamina F, al consumir aceites refinados y grasas saturadas. Los suplementos en vitaminas y minerales formaban parte también de su método… Alimentarse para vivir…¿Qué les parece pensar fuera de la caja?
Por Prof. Lic. Gabriela Buffagni
Lic. en Nutrición (MN3190 – UBA)
Prof. Regular Titular Cátedra de ASA – Facultad de Medicina (UBA) Instagram: @gabrielabuffagniMail: gabrielabuffagni@gmail.com/Facebook: Nutrición Nuuff
