El invierno es una época del año que puede traer muchos problemas de salud a nuestros perros y gatos. El frío, la humedad, el viento y la lluvia pueden causar o agravar enfermedades como la artritis, las enfermedades respiratorias y otras, que afectan la calidad de vida de nuestros animales. En este artículo, te voy a contar cómo puedes prevenir y tratar algunas de las enfermedades más comunes en perros y gatos durante el invierno, usando medicamentos homeopáticos y cuidados generales. Algunas de las más frecuentes son:
Artritis: es una inflamación de las articulaciones que provoca dolor, rigidez y dificultad para moverse. Es más común en perros y gatos mayores, o que tienen sobrepeso, pero también puede afectar a animales jóvenes. El frío y la humedad pueden empeorar los síntomas de la artritis, por lo que es importante mantenerlos calientes y secos.
Enfermedades respiratorias: son aquellas que afectan al sistema respiratorio de los perros y gatos, como la bronquitis, la neumonía, el asma o el resfrío. Se caracterizan por síntomas como tos, estornudos, secreción nasal, dificultad para respirar o fiebre. Estos problemas pueden prevenirse o minimizarse con una buena atención y prevención.
La mejor manera de cuidar de nuestros perros y gatos durante el invierno es prevenir que se enfermen. Para ello, podemos seguir algunos consejos prácticos y fáciles de aplicar, como los siguientes:
Mantenerlos calientes y secos: es fundamental que nuestros perros y gatos no pasen frío ni se mojen durante el invierno, ya que esto puede favorecer la aparición de enfermedades. Podemos abrigarlos con ropa adecuada, sobre todo si son de pelo corto o tienen poca grasa corporal, y evitar que salgan al exterior cuando haga mucho frío o llueva. Si tienen que salir, podemos secarlos bien al volver a casa, y evitar que se acuesten en lugares fríos o húmedos.
Proporcionarles una dieta adecuada y equilibrada: la alimentación de nuestros perros y gatos es muy importante para mantener su salud y su sistema inmunológico. Durante el invierno, podemos aumentar un poco la cantidad de comida que les damos, sobre todo si son muy activos o pasan mucho tiempo al aire libre, ya que necesitan más energía para mantener su temperatura corporal. Si notamos que tienen algún síntoma anormal, como pérdida de apetito, letargo, renguera, tos o fiebre, debemos consultar con nuestro veterinario lo antes posible, y seguir sus indicaciones.
Si a pesar de seguir estos consejos, nuestros perros y gatos se enferman durante el invierno, podemos recurrir a la homeopatía como una opción natural y efectiva para tratar sus dolencias. La homeopatía es una medicina alternativa que se basa en el principio de que lo similar cura lo similar, es decir, que una sustancia que provoca unos síntomas en una persona sana puede curar esos mismos síntomas en una persona enferma, si se administra en dosis muy pequeñas. La homeopatía se puede usar tanto para prevenir como para tratar enfermedades, y tiene la ventaja de que no tiene efectos secundarios ni contraindicaciones, y de que respeta el equilibrio natural del organismo. Existen muchos remedios homeopáticos que pueden ayudar a nuestros perros y gatos a combatir las enfermedades típicas del invierno, como la artritis y las enfermedades respiratorias. Estas son algunas de las historias que he vivido como veterinario homeópata, y que me han demostrado la eficacia y los beneficios de esta medicina alternativa.
El caso de Luna:
Luna es una gata de 10 años que sufre de artritis desde hace varios años. Su dueña me la trajo porque la veía muy decaída, renga y sin ganas de jugar. Le receté Árnica y Bryonia, y le recomendé que le pusiera una manta térmica en su cama. Al cabo de unas semanas, Luna mejoró notablemente, y volvió a ser la gata alegre y curiosa que era antes.
El caso de Toby:
Toby es un perro de 5 años que se resfrió después de salir a pasear bajo la lluvia. Tenía tos, fiebre y secreción nasal, y no quería comer ni beber. Le receté Aconitum y Euphrasia, y le aconsejé que le diera agua con miel y limón. Al cabo de unos días, Toby se recuperó por completo, y volvió a ser el perro activo y cariñoso que era antes.
El caso de Nala:
Nala es una gata de 2 años que se quemó la pata con una estufa eléctrica. Tenía una herida profunda y sangrante, y se quejaba mucho. Le receté Caléndula en pomada y en tintura, y le vendé la pata. Al cabo de unas semanas, Nala cicatrizó perfectamente, y no le quedó ninguna secuela.
Espero que este artículo te haya sido útil, y que lo pongas en práctica con tus animales. Recuerda que si tienes alguna duda o consulta, puedes contactar conmigo o con tu veterinario homeópata de confianza.
Salud y Alegría, hasta la próxima.
Por MV. Jorge S. Muñoz
Médico veterinario homeópata
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