El cáncer de próstata es el cáncer más común en los hombres, por eso tenemos que conocer sus primeros síntomas y realizar un seguimiento a través del control anual después de los 45 años, y antes si hay antecedentes. Las pruebas más comunes son el dosaje del antígeno prostático específico -PSA- que puede no resultar certero, porque no existen pruebas totalmente infalibles para este caso.
Los hombres de 70 años y mayores no necesitan hacerse la prueba de detección de cáncer de próstata de forma rutinaria, sino prevenir a través de la alimentación.
Pero veamos cómo está formado el aparato reproductor masculino, que comprende además de la próstata, el pene, las vesículas seminales y los testículos donde se forman los espermatozoides. La próstata es pequeña, del tamaño de una nuez, se sitúa debajo de la vejiga y delante del recto, lo que dificulta la palpación externa; está atravesada por la uretra, que conecta la vejiga con el exterior a través del pene, que permite evacuar la orina: en caso de agrandamiento de la próstata, los primeros signos estarán relacionados con dificultades urinarias.
Esos síntomas incluyen:
Micción frecuente; Flujo miccional débil o interrumpido; Necesidad de hacer fuerza para vaciar la vejiga; Urgencia de orinar, más frecuentemente por la noche; Sangre en orina o líquido seminal; Dolor o ardor al orinar; Dolor en espalda o caderas; Molestias al estar sentado por compresión de la glándula.
Si hay síntomas hay que consultar con su médico.
Su función es, junto a otros órganos como los testículos y las vesículas seminales, producir el semen, que lleva a los espermatozoides, la fructosa y las enzimas que necesitan para sobrevivir, a fertilizar al óvulo femenino en el interior del útero.
Actualmente, por las alteraciones y cambios en los alimentos puede haber disminución de la cantidad de esperma (espermatozoides) que segrega el hombre y tener dificultades para fecundar el óvulo femenino dentro del útero. Es otro de los motivos por los cuales puede haber problemas en la fecundación, ya sea natural como inducida, para conseguir un embarazo.
Prevención: “El cáncer de próstata no se puede prevenir de manera segura”.
Los factores de riesgo son edad, etnia, y antecedentes familiares no controlables, pero hay medidas que pueden tomarse para reducir el riesgo de padecerlo. Lo mejor es tener un estilo de vida saludable, evitando también el alcohol, el estrés y el tabaco…
-Alimentación sana con una colorida variedad de frutas y verduras, huevos, semillas, cereales integrales, ácidos grasos poliinsaturados: omega 3-6 y 9; y evitar o limitar el consumo de carnes rojas y procesadas, bebidas con edulcorantes y alimentos ultra procesados que se relacionan con otras enfermedades autoinmunes.
-Actividad física regular, 3-4 veces por semana para mantener el peso; los hombres con sobrepeso u obesidad tienen mayor riesgo de padecer de cáncer de próstata avanzado, que es más propenso a ser mortal.
Entre las verduras encontramos varias que pueden ser incluidas diariamente, para aportar micronutrientes como fibras, antioxidantes, polifenoles, selenio que protegen las células.
Tomate, el mejor aliado
Para la próstata el mejor nutriente es el licopeno, presente en los tomates bien maduros, de color rojo: hay que aprovechar la primavera y el verano y los primeros días del otoño para usarlo: es un importante antioxidante.
Para prepararlo. Elegir tomates rojos y maduros, puede ser 1 tomate redondo o 2 peritas, a la mañana se lava bien la cáscara del tomate con agua a la que se agregan 2 cdas. de vinagre de alcohol y se seca. NO SE PUEDE GUARDAR PREPARADO porque se oxida!! Para preparar, lavar la cáscara con el vinagre de alcohol, enjuagar con agua y secar; sacar la inserción del tallo, el redondel que está arriba en el medio; cortar en trozos, con la cáscara y las semillas, procesar y colocar en un sartén con 2 cdas. de aceite de oliva 1era presión tibia: NO TIENE QUE CALENTARSE MUCHO el licopeno es muy sensible al calor.
Tomar antes del almuerzo.
Otros alimentos son: clara y yema de huevo pasado por agua, crucíferas como brócoli, coliflor, repollos: son antioxidantes; el té verde, con polifenoles antiinflamatorios que actúan inhibiendo el crecimiento celular.
Todos estos nutrientes se encuentran en casi todas las frutas y las verduras, en el chocolate oscuro 70-80% y en el vino tinto de 3-4 años que contiene resveratrol un importante antioxidante que también previene el envejecimiento celular.
Dra. Elba Albertinazzi
Asoc. Arg. de Médicos Naturistas
www.aamenat.org.ar