Los cuatro Vedas son la fuente respetada y consultada por los seis grandes sistemas filosóficos o cosmovisiones de la cultura india, que se conocen como Saṭ (seis) Darśana (espejo, cosmovisión). Como su nombre lo indica, son seis escuelas filosóficas que nacen con un único objetivo: entender por qué sufrimos, para qué sufrimos, y si se puede resolver el sufrimiento. Las seis cosmovisiones o escuelas filosóficas son:
• Purva Mīmāmsā, compuesta por Jaimini: intenta comprender lo supremo enfatizando el rol de nuestras acciones y rituales cotidianos. Se apoya en la premisa de que el sufrimiento se remueve si perfeccionamos nuestros hábitos mundanos y espirituales.
• Vaiśeṣika, por Kanada: habla acerca del átomo como el elemento más elevado del universo. El sufrimiento es superado si logramos captar estos estadios de la evolución. Incorpora prácticas alquímicas.
• Nyāya, por Gautama: establece lógicas de causa y efecto para explicar al sufrimiento. Se apoya en la premisa de que si encontramos la raíz o causa del sufrimiento, éste desaparece.
• Sāmkhya o Nirīśvara Yoga, por Kapila: se centra en el nacimiento y la evolución de la materia. El mundo, tal como lo conocemos, deviene de la unión de conciencia (puruṣa) y naturaleza o materia (prakrti). El origen de nuestro sufrimiento es la identificación total de la conciencia, infinita e imperturbable, con la materia, finita y cambiante. Esa identificación es la fuente de toda ignorancia (avidya) y, por ende, de todo sufrimiento.
• Yoga o Seśvara Sāmkhya, por Patánjali: se apoya en la filosofía Sāmkhya para dar cuenta de la evolución, pero su eje está en comprender y describir la naturaleza y transformación de la mente -inteligencia- humana. En ese conocimiento reside la capacidad de liberarnos del sufrimiento.
• Uttara Mīmāmsā o Vedānta (o la última parte de los Vedas): se centra en la realización del ser supremo. Vedānta cree que la religión es la cura del sufrimiento y con esa base representa lo que se conoce como “hinduismo”. La filosofía Vedānta se apoya especialmente en los Upaniṣads. Dentro del Vedānta existen algunas escuelas con líneas bien diferenciadas:
– Advaita Vedānta, por Śankarācārya: bajo la premisa “solo Dios es real y sin atributos”.
– Viśiṣṭādvaita Vedānta, por Ramanujācārya: bajo la premisa “todavía no somos Dios”.
– Dvaita Vedānta, por Madhvācārya: bajo la premisa “nunca seremos Dios”.
La mayor parte de los primeros yogis que trajeron el yoga a Occidente a partir de principios del siglo XX (Vivekānanda, Yogānanda, Viṣnu-Devānanda, entre otros) tenían relación directa con el vedānta. Es una de las razones por las que en Occidente se genera mucha confusión entre la perspectiva vedānta y yoga en general. Ambas pueden convivir pacífica y armónicamente, pero no son lo mismo. Los yoga sūtras de Patánjali constituyen la fuente primordial del yoga como sistema filosófico o cosmovisión dentro del ṣaṭ darśana, y en particular se dice que quienes siguen estas enseñanzas están dentro del camino “real” del yoga (o Rāja Yoga).
Gabriela Binello
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