Las causas, los genes y la alimentación moderna
En los últimos años, la celiaquía dejó de ser una condición rara para volverse parte del vocabulario cotidiano. Cada vez más personas son diagnosticadas, y muchas otras se preguntan si podrían padecerla. Pero ¿por qué hay tantos casos en Argentina? ¿Es una condición nueva o recién ahora lo registramos? ¿Y qué tiene que ver el trigo con todo esto
La enfermedad celíaca es una condición autoinmune en la que el organismo reacciona de forma anormal al gluten, una proteína que se encuentra en el trigo, la avena (ya hay avena sin gluten!), la cebada y el centeno (TACC). Cuando una persona celíaca consume gluten, su sistema inmunológico ataca al intestino delgado, dañando sus vellosidades —las estructuras que absorben los nutrientes de los alimentos— y generando una gran variedad de síntomas: desde problemas digestivos hasta anemia, fatiga crónica, alteraciones en la piel, dolores óseos o trastornos neurológicos.
Según datos del Ministerio de Salud de la Nación a abril de 2025, se estima que 1 de cada 167 personas está diagnosticada con enfermedad celíaca. Sin embargo, se calcula que la cifra real podría rondar el 1% de la población, es decir, 1 de cada 100 argentinos, ya que hay muchas personas que todavía no saben que la padecen.
En el caso de la población pediátrica, el número es aún más alto: 1 de cada 79 niñas y niños.
Argentinos: también queremos ser los primeros?
Veamos, la celiaquía necesita dos ingredientes fundamentales para desarrollarse:
Una predisposición genética + La exposición al gluten
Argentina tiene una gran herencia de población con raíces europeas, especialmente de origen italiano y español, donde la celiaquía también tiene alta prevalencia. En muchos de nosotros están presentes los genes HLA-DQ2 y HLA-DQ8, los “marcadores” que predisponen al sistema inmune a reaccionar contra el gluten. Pero tener estos genes no implica desarrollar sí o sí la enfermedad: también influyen factores ambientales, alimentarios, infecciones intestinales y desequilibrios en el microbiota.
Pero, es que trigo tiene algo que ver?
Y sí. El trigo moderno ha sido modificado genéticamente a través de cruzas e hibridaciones para hacerlo más productivo, más resistente y más “panificable”. Esto no significa que sea transgénico en el sentido técnico, pero sí ha sido profundamente manipulado desde mediados del siglo XX. Como resultado:
Aumentó la cantidad y complejidad de las proteínas de gluten, lo que puede hacerlas más difíciles de digerir.
Se multiplicaron las gluteínas y gliadinas, fracciones del gluten que se relacionan directamente con la respuesta inflamatoria en personas predispuestas.
La industrialización de la panificación redujo los tiempos de fermentación, que antes ayudaban a “pre-digerir” parte del gluten.
Todo esto genera un contexto donde más personas pueden activar una respuesta inmunológica al gluten, en particular si ya tienen los genes predisponentes.
Celíacos por el mundo
No es solo un gen “argentino”, países como Italia, Suecia y Finlandia tienen alta prevalencia de celiaquía. En algunos, el diagnóstico está incluido en los controles pediátricos. Sin embargo, se calcula que el 80% de los casos siguen sin diagnosticar.
En los Estados Unidos: alrededor del 1% de la población tiene celiaquía, pero también hay una gran cantidad de personas que evitan el gluten por otras razones (sensibilidad no celíaca, moda alimentaria, etc.).
Si bien se considera que Argentina se encuentra entre los países con mejor legislación en materia de celiaquía, gracias a la Ley Nacional N.º 26.588 y su modificación N.ª 27.196, que garantiza el acceso a alimentos sin gluten y la cobertura de diagnóstico y tratamiento. En la practica muchas personas expresan disconformidad en la implementación real. Y sobre todo mucho desconocimiento sobre la dieta libre de gluten en el ámbito gastronómico.
Cómo se diagnostica la celiaquía
Para confirmar la enfermedad celíaca se realizan:
Análisis de sangre para detectar anticuerpos específicos (anti transglutaminasa, anti endomisio).
Biopsia del intestino delgado, que confirma el daño intestinal.
En algunos casos, estudios genéticos para identificar la presencia de los genes HLA-DQ2/DQ8.
Importante: no se debe dejar de consumir gluten antes de realizar estos estudios, ya que los resultados pueden alterarse.
¿Qué pasa si no se trata?
Una persona celíaca, para estar en estado de bienestar y salud debe adherir a la dieta libre de gluten, lo que implica evitar la contaminación cruzada en todas las áreas de su vida. Pero que pasa si sigue consumiendo gluten? Puede presentar y desarrollar:
Desnutrición por mala absorción
Osteoporosis,Infertilidad,Trastornos neurológicos,Mayor riesgo de enfermedades autoinmunes. Entre otras patologías.
Que nos ofrecerá el futuro?
En la actualidad el único tratamiento efectivo es la dieta libre de gluten estricta y de por vida. Sin embargo, la ciencia está investigando:Enzimas digestivas para descomponer el gluten,Vacunas terapéuticas que modulen la respuesta inmune,Terapias de barrera intestinal que impidan que el gluten llegue a la mucosa. Ninguna de estas opciones está todavía disponible como tratamiento aprobado, pero hay ensayos en curso en Europa y Estados Unidos.
Como comunidad nos toca ser conscientes y empáticos ante esta condición, ya que nuestros genes piden ayuda en un mundo que se adapta a nuevas necesidades.
Fuentes consultadas:
Ministerio de Salud de la Nación (argentina.gob.ar)
Programa Nacional de Detección y Control de la Enfermedad Celíaca
ANMAT – Listado de alimentos libres de gluten
Federación Argentina de Asociaciones de Celíacos (FACE)
Columbia University Celiac Disease Center
World Gastroenterology Organisation Guidelines