¿Sabías que dentro de tu cuerpo vive una enorme comunidad que influye directamente en tu salud? Se trata de la microbiota intestinal, un conjunto de microorganismos vivos que habitan en nuestro sistema digestivo. La misma cumple funciones fundamentales, y hoy la ciencia confirma la estrecha relación entre la microbiota, la alimentación y el desarrollo de muchas enfermedades.
Cuando la microbiota se encuentra en equilibrio actúa como una barrera protectora de diversas enfermedades y colabora en la digestión de alimentos, en el fortalecimiento del sistema inmune y en la regulación del estado de ánimo. Si esta barrera se altera pueden aparecer diversos problemas de salud, como los trastornos gastrointestinales o las enfermedades crónicas como obesidad, diabetes tipo 2, e incluso trastornos como ansiedad y depresión.
¿Qué factores desequilibran a la microbiota intestinal? Una mala alimentación, el estrés, el consumo excesivo de alcohol, el tabaquismo y el descanso insuficiente.
Por todo esto, mantenerla sana es fundamental. Una alimentación saludable y variada es clave para cuidar tu flora intestinal. Incorporar alimentos ricos en fibra y consumir con frecuencia probióticos y prebióticos ayuda a restaurar y mantener la diversidad de bacterias beneficiosas.
¿Cómo cuidar tu microbiota con la alimentación? ¡Todo comienza con lo que comemos!:
Incluir una gran variedad de alimentos vegetales ricos en fibra y prebióticos, como frutas, verduras, legumbres, cereales y granos integrales.
- Consumir grasas saludables, presentes en el aceite de oliva, los frutos secos y las semillas.
- Mantener una buena hidratación, priorizando el consumo de agua.
- Reducir el consumo de productos ultra procesados.
- Incorporar alimentos fermentados, ricos en prebióticos, como yogur natural, kéfir, kombucha, chucrut, kimchi o suplementos con probióticos.
Además de una buena alimentación es necesario disminuir el uso de pantallas y tener un descanso reparador.
¿Te animas a hacer pequeños cambios en tu día a día? Menos ultra procesados y más alimentos naturales. Ese es el camino hacia una microbiota fuerte y una salud más equilibrada.
Por Romina Nicolas – New Garden