En reiteradas ocasiones se ven propagandas, leemos notas o hablamos con nuestras familias sobre la desinfección de nuestras manos con antibacteriales. En casa compramos productos y llenamos el ambiente de ciertos antibacteriales en aerosol para que las bestias que están en el aire no puedan alcanzarnos, ni a nuestra familia ni a los invitados…Qué dirías si te cuento que en realidad todas esas cosas que nos ponemos en las manos y en nuestro hogar están prohibidas? Sí, prohibidas.
La empresa de la marca que no puedo nombrar recibió 14 reclamos sobre irritación respiratoria y, de esta manera, la ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica), prohibió la comercialización y el uso de este producto. Esto se debió, según contaron fuentes de la empresa, a una contaminación cruzada en el momento del envasado lo que provocó que se decida que esa camada de desinfectantes sea retirada de la venta y se la prohíba.
Por otro lado, ¿qué sucede con los jabones o líquidos desinfectantes para manos? Una vez más, la ANMAT es protagonista de la prohibición de productos de higiene antisépticos ya que generan resistencia antimicrobiana. Esta medida, comenzó en Estados Unidos donde se dictaminó que debían dejar de venderse los jabones de baño y de cuerpo que fueran antibacterianos con ciertos ingredientes que suelen ser comunes en estos productos. ¿Por qué? Si bien el mundo está lleno de gérmenes y suciedad en cada rincón, pareciera que estos ingredientes pueden ser de lo peor para nuestra salud. Esta prohibición incluye 19 componentes distintos, entre los cuales los más conocidos son el Triclosan y el Triclocarban.
Esta medida, no afecta a todos los productos utilizados para este fin, ya que el gel antiséptico, las toallitas húmedas y otros productos antibacteriales utilizados en centros de salud, no se ven afectados. Esto se debe, a que existe la creencia de que los efectos nocivos ocurren con el contacto del agua, es decir que aquellos que no requieren enjuague, no son perjudiciales.
La resolución se determinó, al descubrir que estas sustancias pueden, no solo generar resistencia microbiana, sino también alteraciones hormonales. Además, ha llamado la atención que, a largo plazo, estos componentes pueden producir alteraciones en la glándula tiroides, el sistema reproductivo y en el crecimiento de recién nacidos. Con todo esto, se resume, dándole valor a lavarse las manos con agua y con jabón. Se considera que ésta, aún, es una de las medidas más importantes para prevenir enfermedades y propagación de gérmenes. Y en caso de no contar con agua y/o jabón, las autoridades recomiendan usar toallas húmedas o geles antisépticos que sean a base de alcohol y que lo contenga en, al menos, un 60%. Hace casi un año que en Estados Unidos se tomó esta decisión, y en nuestro país este año se eligió el mismo camino. Las empresas afectadas tienen un año para sacar de circulación estos ingredientes y optar por usar otros. Informemonos, leamos las sustancias que contienen y evitemos contraindicaciones.