El fin del trabajo -2da. parte-

La nota que no me gustaría escribir

En el Convivir/agosto, yo escribí la nota comentando el libro de Jeremy Rifkin: EL FIN DEL TRABAJO. ¿Qué pasó?
El escritor de la referencia describe el gran duelo entre Nuevas Tecnologías contra Fuentes de Trabajo. El resultado es nefasto. Los puestos de trabajo van perdiendo por goleada. Especialmente, puede hasta desaparecer eso que hoy llamamos “trabajo”. Recibí críticas, apoyo, aportes.

Bienvenidas las críticas. 
Gracias por el apoyo. Y voy a reproducir uno de los aportes: Un lector, desde Curitiba/Brasil, me llamó “alarmista”. (No es para tanto).
Un productor rural, desde Alvear/Mendoza, me llamó “iluminado”. (No es para tanto).
Y, Julio Lagos, Radio Rivadavia, me invitó a su programa, para entrevistarme.
¿Cuál fue mi reacción? Primeramente, soy un optimista crónico, incorregible (diría Borges). En segundo lugar, me puse a editar un video sobre el tema. Próximamente, lo encontrarán en YouTube, basta buscarme como CANAL HELIO PEROTTO.

Destaco el aporte de uno de nuestros lectores:
Entre los muchos lectores que me han escrito, destaco el aporte del Ingeniero Marcelo Queirolo (lector asiduo del Convivir). Aquí, paso a sintetizar el resultado de su investigación y agradezco que me haya compartido su saber. De manera que, esta nota se escribe a cuatro manos. 

Paso a reproducir los conceptos: 

  • El trabajo ya no va a ser lo que fue. Pero también, muchos jóvenes no quieren que sea eso que fue.
  • Según expertos, la IA y la robótica están sustituyendo tareas repetitivas y de baja complejidad a una velocidad acelerada. 
  • Entre 2025 y 2030, hasta el 40 % de los trabajadores necesitará reentrenarse o cambiar de actividad.
  • Las áreas más protegidas serán: empleos creativos, artesanales, sociales y de alto contacto humano.
  • Las áreas riesgo implican: pérdida masiva de trabajo para jóvenes sin estudios superiores.
  • Habrá un declive (debacle) del modelo laboral tradicional.
  • El horario fijo 9 a 5 pierde relevancia frente al trabajo remoto, híbrido o por objetivos.
  • La jornada laboral de 37,5 horas propuesta en España marca un cambio hacia la flexibilidad y el bienestar.
  • En los Países Bajos también ya se instituyó gran reducción de las horas laborables. (Es que, la Reina es argentina y debe estar organizando, digo yo).
  • Silicon Valley y otras regiones promueven el “multi-trabajo” o freelance como norma, estimando que en 2034 la mitad de la fuerza laboral en EE. UU. será independiente.
  • Habrá nuevas motivaciones y nuevas conductas laborales. 
  • Crece la tendencia de la “renuncia estratégica” o incluso la “venganza laboral” (dejar un puesto en momentos críticos) como respuesta a entornos tóxicos o insatisfactorios.
  • La Generación Z prioriza el propósito, salud mental y equilibrio personal sobre estabilidad salarial.
  • El trabajo deja de ser identidad central para convertirse en una parte más de la vida, no el eje principal. 
  • La renta laboral como porcentaje del PIB baja del 55 % al 50 % y podría caer al 40 % en 2060, afectando las pensiones contributivas. Eso en países como USA y Unión Europea. En Argentina, el panorama es bien más pesimista.
  • Esto abre debates sobre jubilación básica universal. La jubilación padecerá un terremoto.
  • También abre debates sobre nuevos modelos fiscales que graven más el capital y menos el trabajo.
  • El liderazgo vertical será sustituido por liderazgo horizontal. 
  • Las empresas invierten más en bienestar emocional: licencias por salud mental, espacios de descanso, terapia en el trabajo, compras colectivas entre los trabajadores.
  • Se valoran las habilidades blandas (empatía, resiliencia, adaptabilidad) tanto como las técnicas.
  • Las amenazas son: desempleo estructural, desigualdad tecnológica, envejecimiento poblacional y pérdida de cohesión social. Gran ocio forzoso
  • Las oportunidades: redistribuir el tiempo de trabajo, potenciar la educación continua y crear empleos de alto valor agregado, ligados a la tecnología, el arte y ciencias humanas.
  • Estamos ingresando a la cuarta revolución industrial.
  • El “fin del trabajo” no significa la desaparición total del empleo, sino el final de un modelo laboral industrial del siglo XX. 
  • En su lugar, surge un ecosistema más flexible, descentralizado y tecnológicamente mediado, donde la estabilidad es menos frecuente, pero la autonomía y la diversidad de experiencias son mayores. 
  • Las sociedades que inviertan en reconversión profesional y bienestar integral podrán aprovechar mejor este cambio.
  • Las que no, enfrentarán crisis de empleo y desigualdad crecientes.

Ahora me redondeo:
En el video que estoy editando, hago referencia a los economistas. Hace más de 200 años que NO LA PEGAN.  Andan abocados a la Ley de la Oferta/Demanda. Y no tienen en cuenta la Ley de Causa/Efecto. El único economista que se destacó fue John Maynard Keynes, economista británico. Viene a ser el impulsor del FMI (ese es el padrino de la criatura FMI). Pero no se destacó por sus teorías económicas. Fue el único que gritó: EL REY ESTÁ DESNUDO. (Vean detalles en mi próximo YouTube).
Gracias, Ingeniero Marcelo Queirolo.

Por Helio Perotto
helioperotto@gmail.com / Whatsapp: 116274-6315
Instagram: samurai_proteico

Scroll al inicio