LA FARMACIA MAGISTRAL y los ARTE-SANOS

La carrera de farmacia es una de las más versátiles que conozco, quienes nos recibimos estamos preparados para trabajar en la industria química, en farmacia hospitalaria, en droguerías, en farmacias oficinales y la que llena mi corazón: “La Farmacia Magistral”.
La palabra «farmacia» deriva del griego pharmakia o pharmakon, que originalmente significaba «veneno» o «hechizo», lo que refleja la antigua conexión entre las sustancias medicinales y las prácticas mágicas o rituales, lo cual es muy lógico ya que podemos remontar el origen de la farmacia a varios miles de años a.C. en los que era el brujo o bruja de la tribu quien atendía a los enfermos, diagnosticaba, cosechaba las hierbas, las semillas, las machacaba en morteros de piedra y mezclándolas con aceites, grasas y vehículos líquidos generaba emplastos, pastas, bebidas espirituosas que daba de beber al enfermo. Esto que les acabo de describir no es ni más ni menos que un preparado magistral.
La farmacia magistral se adapta a las necesidades del paciente, esto sería imposible para un laboratorio industrial, en cambio en las magistrales el médico puede adaptar su prescripción para ese paciente en particular.
En el caso de los niños por ejemplo, la dosis y la forma en la que está elaborado el remedio son críticas, cuando son muy pequeños no pueden tragar comprimidos o cápsulas, entonces el médico indica la droga (el activo), la dosis exacta que necesita el niño por toma, y los que son más experimentados (también se nos conoce como viejos) escriben al pie de la receta: H.S.A que significa “Hágase Según Arte”
Esto es así ya que los que conocemos la solubilidad, el pH, la estabilidad del preparado somos los farmacéuticos, por lo cual el médico deja en nuestras manos el Arte de la elaboración, por eso me gusta llamarnos, Arte-Sanos.
Pero aquí ingresa el tercer integrante de este triángulo de sanación, el paciente.
En el caso de los niños hablamos con los padres, conversamos con los ancianos y sus cuidadores y con cada paciente ya que es muy importante para nosotros conocer las condiciones, gustos, aversiones, alergias de quien va a consumir nuestro preparado.
Los jarabes se toleran mejor que las gotas por ser dulces, pero si hay algún problema de glucosa, insulina, no es conveniente el uso de azúcares. No podemos elaborar un jarabe con azúcar para un niño que padece diarrea, por ejemplo.
En la preparación de comprimidos y cápsulas se usan varios excipientes, en mi caso particular nunca empleo lactosa ni gluten, pero aun así consulto, ya que hay cada vez más personas con intolerancia a los lácteos, a las harinas con gluten (TACC), a los colorantes sintéticos, a las cápsulas de gelatina, etc.
Otra intolerancia muy común es al alcohol y eso es importante porque muchos preparados contienen sí o sí, un volumen importante de solución alcohólica. Es el ejemplo típico de las Tinturas madre, cuando me piden con poco alcohol tengo que ofrecerles alternativas ya que la forma de elaboración de una Tintura es extrayendo los activos químicos de la planta en alcohol y en agua, no hay otra manera. 
En este caso sugiero agregar un chorro de agua bien caliente a las gotas para ayudar a evaporar el alcohol o bien ofrezco cápsulas con las mismas plantas pero en extractos secos. Siempre hay una solución para un problema.
Cuando el enfermo no puede tragar (disfagia), la vía rectal en forma de supositorios, vaginal como óvulos o geles y las cremas para aplicación intradérmica son excelentes opciones.
Pero los pacientes también pueden ser de cuatro patas, y ahí sí es todo un reto, en especial con mis amados felinos, puede ser un dolor de cabeza darles algo de tomar.
Dentro de las formas farmacéuticas homeopáticas no hay grandes inconvenientes porque podemos elaborar gotas sin alcohol y colocarlas en el agua que toman o aplicar directamente en la boca, el problema surge con ciertas drogas como antibióticos y calmantes que son de difícil disolución.
Una manera muy efectiva es a través de la elaboración un gel comestible al que se le incorpora el medicamento y se aplica en la pata del gatito; si hay algo que tienen los gatos es que la limpieza es su prioridad por lo cual se van a lamer hasta quitar todo ese pegote de los pelos. Esto lo conversé hace unos días con una señora y me dijo: “todo muy claro, pero primero tengo que encontrarlo y agarrarlo” y sí, tienen esa personalidad que me parece fascinante.
Por último les hablaré de las Fórmulas Huérfanas
Estos remedios son los que a la industria no le interesa elaborar, ya sea porque se aplica a enfermedades “raras”, es decir, una porción muy baja de la población los va a consumir o bien porque el desarrollo para su elaboración es costoso y la recuperación en la inversión lejana o poco rentable, no nos olvidemos que la industria del medicamento es un negocio.
Aquí es donde una vez más la farmacia magistral es una herramienta invaluable. 
El médico puede combinar en una misma fórmula varios activos farmacéuticos que sería imposible encontrarlos en la industria y con ello evitar que el paciente tome una pastilla por droga, ya que en una misma cápsula se incorporan varios activos.
Otra vez el diálogo entre el médico y el farmacéutico es fundamental, algunas drogas no se pueden combinar porque se inactivan, se humedecen, reaccionan entre sí, se bloquean, hacen sinergia (se potencian) o bien al tener diferente disolución se deben tomar en diferentes horarios del día (con comida, en ayunas, con agua, con aceites, etc.).
La personalización de medicamentos en la farmacia magistral va mucho más allá de simplemente ajustar la dosis. Implica un proceso detallado y centrado en las necesidades únicas de cada individuo, con buenas prácticas de elaboración ajustadas a Farmacopea Nacional y/o Codex provinciales.

Farmacéutica  Miriam Noemí Bruno
D.T. Farmacia Homeopática Libertad
Farmacialibertad0@gmail.com

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