Adaptógenos y hongos medicinales

El ser humano lleva cientos de años intentando alcanzar la longevidad y dominar la juventud, y lo ha hecho de muchas maneras; desde la obsesión medieval por la alquimia y el elixir de la vida eterna, hasta la fascinación moderna por los “superalimentos”. Un grupo de hierbas y hongos muy concreto que recibieron el nombre de Adatógenos han demostrado una influencia sutil pero cuantificable en la inmunidad, el sueño, los niveles de estrés, la energía y la resistencia. 
A finales de los años ‘40 del siglo pasado, el gobierno de la extinta URSS ordenó a sus científicos la creación de una sustancia que pudiera utilizarse para incrementar el rendimiento de los deportistas, militares e incluso ajedrecistas del país, y así dominar y destacar internacionalmente en todos los ámbitos. Uno de ellos, Nikolai Lazareth creó el término y lo empleó para definir una “sustancia que aumenta la resistencia inespecífica del cuerpo para hacerlo más capaz de adaptarse a circunstancias estresantes”. Si bien no hay una definición oficial, podemos decir que un adaptógeno no es tóxico para el receptor, produce una respuesta inespecífica en el cuerpo e incremento del poder de resistencia frente a múltiples estresores que incluyen agentes tóxicos químicos o biológicos y produce en la fisiología una influencia normalizadora independientemente de la dirección del cambio de las normas fisiológicas que haya provocado el estresor. 

¿Por qué en el Reino Fungi hay tantos adaptógenos?
Los Hongos son organismos infinitamente sorprendentes y esenciales para la vida en nuestro planeta que han cambiado el curso de la vida y continúan dando forma a nuestro futuro. Ampliamente documentado está cuán fundamentales son para la sostenibilidad del planeta. Y este es sólo el principio porque apenas estamos empezando a entender las complejidades y sofisticaciones de la vida de los hongos.
Los hongos han sido lamentablemente ignorados por la ciencia y a menudo se los ha pasado por alto en términos de sus contribuciones. Son los grandes desintegradores del bosque, que ayudan a reciclar los lignanos y nutrientes de las plantas para permitir el nuevo crecimiento vegetativo y la curación de paisajes dañados. No son plantas ni animales y se encuentran en la tierra, en el aire y en nuestros cuerpos. Están por doquier, pero cuesta verlos. Pueden ser microscópicos, pero también representan a los organismos de mayor tamaño jamás registrados. Comen piedra, crean suelos, asimilan agentes contaminantes, se nutren de plantas, pero también las matan, sobreviven en el espacio e influyen en la composición de la atmósfera terrestre.
Los hongos son la savia del planeta, la vibración rítmica que crea equilibrio y sostenibilidad. Representan orden, estabilidad y salud. Representan el temperamento linfático/flemático de nuestro planeta. Como tal, están constantemente sintiendo y conectándose con otros aspectos de la naturaleza. 
Los hongos y los humanos están más emparentados evolutivamente con el reino animal que con las plantas debido a su naturaleza biológica: algunas de las moléculas esenciales de los hongos han estado presentes en la dieta humana durante tanto tiempo que nuestros cuerpos ahora dependen de ellas, lo que podría ser parte de la razón de por qué los hongos son tan buenos para nosotros.  
Al haber resistido millones de años y sobrevivido a todo tipo de catástrofes, han conseguido adaptarse creando moléculas que les confieren esa resiliencia y que son capaces de transmitirnos cuando entran en nuestros ciclos metabólicos.
Según la Teoría Sistémica incrementan el triángulo de la salud, compuesto por la Energía, la Inteligencia Biológica y la Organización (función y estructura) de cualquier sistema biofísico y en particular el cuerpo humano. Comunican entropía negativa al sistema viviente (se opone al caos) al transferirle información de supervivencia al sistema global.
Ha llegado la hora de descubrir el oculto y fascinante mundo de los hongos, formas de vida extrañas y maravillosas que nos obligan a repensar el funcionamiento de la vida. Los hongos tienen la llave para entender nuestro planeta y nuestras formas de pensar, sentir y comportarnos.
Myselium surge de la necesidad de recuperar la conexión con la verdadera medicina, la Naturaleza, esa conexión que nos brindan los hongos, la gran red invisible que sostiene la vida, la inteligencia del planeta y nuestra última gran esperanza. El reino Fungi esconde grandes mensajes que debemos aprender a escuchar para disponer de su poder sanador. Entenderlos podría cambiar el trágico destino que hemos trazado como especie para nuestra amada Tierra. 
Permítannos presentarles el Futuro: esto es Mycelium, Inteligencia Fungi.  Bienvenido al mundo de los adaptógenos, superalimentos ricos en nutrientes y bajos en calorías. Con esta línea de 15 adaptógenos seleccionados, el cuerpo podrá defender su inmunidad y salud intestinal, funcionar a través de sus sistemas cardiovascular y respiratorio, y restablecer el equilibrio a través de su sistema neuroendocrino. 

Por Dra. Elisa Romio
Farmacéutica- MP 17197 y MN 13059
DT Mycelium Argentina- Inteligencia Fungi
www.mycelium.com.ar
Whatsapp: 112771-8757

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