En física, la cuarta dimensión suele considerarse el tiempo, además de las tres dimensiones espaciales. El concepto de espacio-tiempo integra estas cuatro dimensiones en un único continuo, la Cuarta Dimensión (Espacio-Tiempo). La astrología se ocupa inherentemente tanto del espacio como del tiempo. La carta astral es una representación de un evento espacio temporal específico, observado desde un punto particular de la Tierra (Punto de vista Geocéntrico).
Para ahondar en el concepto de cuarta dimensión desde esta perspectiva, deberíamos considerar que, en la interpretación de un horóscopo el astrólogo solo puede ver e interpretar la herencia y el destino, pero no puede ver el libre albedrío del individuo o determinar el grado de conciencia del sí mismo al momento del evento, siendo que además, no podrá ver más allá de su grado de conciencia.
Al enmarcarlo desde esta perspectiva, donde lo que me sucede y cómo respondo a la experiencia es la interacción entre la experiencia y la herencia, la conciencia determina el grado de aprendizaje o de apropiación de esa experiencia. Herencia y Destino me determinan, la conciencia que adquiero de ellos, me libera o me transforma, superando así la Herencia y el Destino desde la cuarta dimensión o Dimensión Cuántica, donde el ojo del observador transforma lo observado.
Herencia: es el «ADN cósmico» con el que nacemos. Esto incluye nuestro temperamento, tendencias emocionales, estilo de comunicación, patrones de relación y temas vitales más amplios. Estos pueden compararse con los rasgos heredados, tanto físicos como psicológicos, que forman la base de nuestro ser.
Destino: son las posiciones planetarias, los aspectos y las cúspides de las casas que también sugieren posibles caminos y desafíos que podríamos encontrar a lo largo de la vida. Estos pueden manifestarse como patrones recurrentes, eventos vitales significativos o áreas en las que probablemente enfoquemos nuestra energía.
La carta astral en sí no muestra el grado de libre albedrío que ejercerá una persona. Si bien la carta puede destacar tendencias o respuestas predecibles según su simbolismo, no puede dictar las decisiones que una persona tomará en última instancia. La capacidad de tomar decisiones conscientes y la capacidad de desviarse de patrones arraigados quedan fuera del ámbito directo de los símbolos astrológicos. De igual manera la carta astral no revela el nivel de autoconciencia, ni la calidad de conciencia que posee un individuo. Este panorama interno de conciencia es la variable crucial que determina cómo se interactúa con los potenciales heredados y las experiencias predestinadas.
La Herencia y el Destino potencial pueden parecer limitantes o deterministas si actuamos únicamente por instinto o patrones inconscientes. La liberación y transformación se produce entonces mediante una mayor autoconciencia, reflexión y esfuerzo consciente, podemos comenzar a comprender los patrones subyacentes de nuestra herencia y los posibles caminos de nuestro destino. Podemos decidir conscientemente responder de manera diferente, liberarnos de patrones limitantes y moldear activamente nuestras vidas de maneras que se alineen con nuestra identidad en evolución.
Superar Herencia y Destino, a través de la consciencia, nos permite ir más allá de la aceptación pasiva de nuestra programación inicial y trayectoria potencial. Al tomar consciencia de nuestras tendencias y los posibles resultados, adquirimos el poder de tomar decisiones informadas que pueden conducir al crecimiento personal, la sanación y una vida con mayor intención y autenticidad.
Este enfoque cambia, de las predicciones deterministas, al empoderamiento de las personas mediante la autocomprensión. La Astrología se convierte en una herramienta para el autodescubrimiento y la conciencia del potencial, no en un pronóstico rígido de la inevitabilidad. Este énfasis en el trabajo interior hace de la interpretación astrológica una guía para las personas hacia la autorreflexión y el esfuerzo consciente y podría ser muy beneficioso para el crecimiento y la superación de desafíos.
Ángel Conde, Astrólogo
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