¿Gira la Tierra más rápido o, más lento?

Qué dice la ciencia (y qué tiene que ver una represa en China)

Nuestro planeta no gira como un metrónomo. Su velocidad varía levemente por el empuje de los vientos, las corrientes oceánicas, los terremotos y la redistribución de agua y hielo. Esas variaciones son minúsculas para la vida cotidiana, pero relevantes para la metrología del tiempo (UTC, en español Tiempo Universal Coordinado), los satélites y el GPS.

 El “reloj” del planeta no es rígido
La longitud del día (LoD) oscila alrededor de las 24 horas por intercambios de momento angular entre la atmósfera, los océanos y la Tierra sólida. En promedio estacional, esas variaciones llegan a del orden de milisegundos por día: típicamente ~1 ms a lo largo del año, con días apenas más largos en invierno* y más cortos en verano. (*según la geofísica, la rotación terrestre puede durar unas milésimas de segundo más.)
A muy largo plazo, las mareas ejercen un “freno” (rozamiento marea-océano) que tiende a alargar el día unos milisegundos por siglo. Por eso, desde 1972 se recurren a ajustes de “segundos intercalares” para mantener UTC alineado con la rotación real de la Tierra. 

Pero… ¿Es verdad que la represa china “ralentizó” el giro?
Sí, pero el efecto es microscópico. La Represa de las Tres Gargantas (Yangtsé, China) almacena decenas de kilómetros cúbicos de agua. Ese corrimiento de masa aumenta el momento de inercia del planeta y alarga el día en ~0,06 microsegundos (0,00000006 s) cuando está llena. Es imperceptible para cualquier reloj común y sólo relevante para quienes miden la rotación con técnicas geodésicas. El cálculo fue reportado por NASA/JPL al analizar cómo grandes redistribuciones de masa afectan la rotación. 
Traducción práctica: 0,06 microsegundos son 60 nanosegundos; harían falta ~16 millones de días para acumular un segundo por este único efecto. En otras palabras: la represa no “desordena” nuestro tiempo.

Terremotos gigantes: el caso Chile 2010 y Japón 2011
Grandes sismos que hunden o elevan bloques continentales cambian la distribución de masa y pueden acelerar o frenar muy levemente la rotación:
Chile 2010 (Magnitud 8,8): acortó el día en ~1,26 microsegundos (la Tierra giró un poquito más rápido). 
Japón 2011 (M9,0): estimado de ~1,8 microsegundos más corto y un pequeño corrimiento del eje de rotación. 

Agua que se mueve: hielos, embalses y acuíferos
El deshielo de Groenlandia y la Antártida redistribuye masa hacia el océano y tiende a alargar ligeramente el día. Estudios recientes indican que este efecto está retrasando la posibilidad —inaudita hasta ahora— de necesitar un “segundo intercalar negativo” (restar un segundo a UTC) hacia ~2028–2029, porque otros procesos habían venido acelerando la rotación en los últimos años. 
Además, la extracción masiva de aguas subterráneas (1993–2010) desplazó el eje de rotación unos ~4,36 cm por año (casi 80 cm en total), al mover agua desde continentes hacia el océano. Es polar motion,(movimiento polar) no un “cambio de inclinación” climática: la oblicuidad del eje varía en ciclos de miles de años. 

 ¿De cuántos segundos hablamos y por qué importa?
Represa Tres Gargantas: +0,06 μs (microsegundos) al día (más lento). 
Sismo Chile 2010: −1,26 μs (más rápido). 
Sismo Japón 2011: −1,8 μs (más rápido). 

Atmósfera y océanos (estacional): ≈±1 ms (miles de veces mayor que lo anterior, pero igualmente minúsculo para la vida diaria). 

Tendencia secular* (*cambio lento, progresivo y de muy largo plazo en un fenómeno) por mareas: ms(milisegundos) por siglo; gestionada con segundos intercalares para que UT1 (Universal Time 1, una escala de tiempo basada en la rotación real de la Tierra respecto al Sol) – UTC no exceda 0,9 s. 
Consecuencia práctica: para personas y ecosistemas, nula. Para la metrología del tiempo, GPS, geodesia y navegación satelital, sí es clave: los organismos de referencia (IERS/USNO) monitorizan la rotación y anuncian ajustes en UTC cuando hace falta. Incluso se debate internacionalmente cómo manejar futuros segundos intercalares (positivos o negativos) para evitar impactos en sistemas informáticos. 

“Giro del eje” vs. “velocidad del eje”: aclaración útil
En medios suele mezclarse: Velocidad de rotación = qué tan rápido la Tierra completa una vuelta (define la longitud del día).
Posición del eje (polar motion) = hacia dónde apunta el eje respecto a la corteza (puede migrar centímetros o metros por cambios de masa).
Inclinación del eje (oblicuidad) y precesión = cambios lentos, de miles a decenas de miles de años (ciclos astronómicos), ajenos a estas variaciones diarias o decenales.
Las represas, sismos o el agua bombeada no cambian de forma peligrosa la inclinación; sí pueden mover levemente la posición del eje y ajustar micro/milisegundos de la duración del día.
La ciencia es clara: sí, una obra gigantesca como Tres Gargantas puede alargar el día en decenas de nanosegundos; grandes terremotos pueden acortarlo en uno o dos microsegundos; y la atmósfera, los océanos y el agua que movemos como civilización añaden oscilaciones mayores, de milisegundos. Nada de esto nos “desajusta” la vida diaria, pero obliga a la metrología de alta precisión a vigilar y, de ser necesario, ajustar los relojes del mundo. 

Fuentes:  IERS (2003). IERS Conventions (2003). McCarthy & Petit (eds.). Gross, R. S. (NASA/JPL). Earth rotation variations – long and short term effects. JPL Research. Chao, B. F. & Gross, R. S. (2007). Did the 2004 Sumatra earthquake disrupt Earth rotation? Geophysical Research Letters. Seo, K.-W. et al. (2023). Impact of groundwater depletion on Earth’s rotation. Nature Geoscience. NASA (2011). Effects of the Japan earthquake on Earth’s rotation and axis.

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