El paciente Mercurius (Mercurius Solubilis).

Personalidades homeopáticas en nuestros animales

El Mercurio es un mineral al que Hahneman preparó en forma especial para bajar su toxicidad. Recordemos que en la antigüedad se utilizaba el mercurio como tratamiento por ejemplo de la sífilis. Hoy en día es muy importante su manejo ya que tenemos en nuestro planeta mucha contaminación con mercurio en agua y alimentos. 

En general le pertenece a un grupo de pacientes que están viviendo una etapa especial y destructiva de su vida. La diátesis de Mercurius es la luética que se caracteriza por destrucción, tanto de su personalidad como de sus lesiones. Es la úlcera o la necrosis la que va a predominar, lo mismo que la depresión, angustia, agresividad, autodestrucción. El animal de Mercurius es difícil de manejar, es bastante indócil. Inquieto, irritable, agresivo. Nos van a consultar por estos motivos. Muerde o araña, según sea perro o gato.  Puede atacar sin motivos. Es muy irritable. En la sala de espera ya van a generar algún desorden gruñendo o ladrando a otros animales que están esperando ser atendidos.  Se ofende fácil. Muchos perros que se utilizan para peleas (lo que es una aberración) pertenecen a este biotipo. Son capaces de matar. Todo lo que se mueve puede ser su enemigo: motos, bicicletas, gente corriendo, animales que corren. Se exacerba su instinto de caza. Son perros que no obedecen, no les gusta que los toquen, ni que les reten. Son verdaderos dictadores en nuestras casas. Van a ser calurosos en verano y friolentos en invierno. No tolera los extremos de temperatura. Mercurius es el barómetro de la materia médica, van a registrar los cambios de presión atmosférica. Las lesiones que presentan serán necróticas, supurativas con secreciones malolientes, dificultad para defecar o diarrea con tenesmo (contracciones dolorosas). En los ojos tendrán secreciones verdosas que son irritantes. En la piel habrá úlceras muchas veces porque ellos mismos se muerden o lamen con violencia. Se van a agravar todos sus síntomas por la noche, como todos los que representan a esta diátesis especial. Si están resfriados, tendrán mocos que irritan y lastiman la nariz y labios. Los gatos que presentan gingivitis ulcerativas en la boca, con salivación espesa y maloliente que les impide comer por el dolor que producen. Las madres de Mercurius son muy malas. Abandonan a sus cachorros, incluso pueden atacarlos. Si no están preñadas pueden presentar lactancias nerviosas, es decir secreción de leche durante muchos días sin estar embarazadas. Se van a agravar de sus afecciones cuando haya cambios de temperatura y cuando lo contradicen o no lo dejan hacer lo que quieran. Es uno de los medicamentos a tener en cuenta cuando agrave sus síntomas al suprimir secreciones; por ejemplo, utilizar antibióticos y corticoides cuando haya supuraciones vaginales, uretrales, pus en heridas o úlceras etc. Esto es algo importante para tener en cuenta: muchas veces las secreciones son exonerativas, es decir que es un intento del cuerpo de autocurarse y cuando uno las suprime con medicamentos, el cuadro general se va a agravar. No solo pacientes de Mercurius, hay muchos otros que pasa lo mismo. Los pacientes de Mercurius tendrán eso sí la característica de ulceraciones y secreciones irritantes y lacerantes que lastiman la piel por donde pasa la supuración. Recuerdo un caso de Mercurius. Una perra de 3 años con diarrea sanguinolenta con mucho tenesmo. Es decir que hacía su materia fecal líquida, pero en pequeñas cantidades muchas veces. Se quedaba mucho tiempo haciendo fuerza y salían gotas con sangre. Dejó de comer, buscaba aislarse, estaba muy irritable, no se dejaba tocar, buscaba el calor, se ponía delante de la estufa. Unas dosis de mercurius 30 la hicieron reaccionar, mejorando sus síntomas rápidamente. Otra dosis más delante de mercurius 200 terminó con su curación completa. Durante los dos años que la seguí viendo no repitió la diarrea y su temperamento mejoró notablemente. Ya hemos visto varios casos de diferentes medicamentos. Cada uno es diferente, tiene tropismos diferentes, tipos de lesiones, características mentales y emocionales. Noxas especiales como por ejemplo en estos Mercurius: úlcera y secreciones irritantes, agresividad, el cambio de temperatura o la supresión de secreciones. Es nuestra tarea como veterinarios homeópatas el indagar y observar todos estos síntomas y características para encontrar al medicamento que lo va a equilibrar y como consecuencia mejorar sus síntomas. 

Hasta la próxima

Salud y Alegría. 

Por MV. Jorge S. Muñoz
Médico veterinario homeópata

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