Para cultivar una mente independiente propongo entrenar el desapego ante creencias que condicionan el pensamiento autónomo. Se trata de una tarea compleja que integra la vigilancia de todos los mensajes que se reciben a diario y afectan modos de interpretar el mundo. Es desafiante y requiere que se adquieran habilidades de discernimiento para identificar a personas, contextos o vínculos manipuladores de la propia voluntad.
Con el fin de acompañarte hacia el libre albedrío, te comparto sugerencias que me han servido mucho. 1- Observa la situación, persona o cosa que pretende apropiarse de tus decisiones mediante mensajes tentadores. Por ejemplo, mirá con atención selectiva, escenarios recargados de promesas que intentan disuadirte rápidamente para que adhieras a sus ideas, sin discernimiento. 2- En línea con este propósito, decodificá ciertos mensajes de los medios de comunicación masiva o estrategias de marketing que contienen imágenes o relatos engañosos. 3- Si sucumbís en alguna de estas artimañas, atendé qué fue lo que te forzó a acatar, comprar o decidir ¿el modo en que te lo propusieron, la ansiedad por tenerlo, la necesidad de pertenecer a algún contexto? 4- Fijate que, cuando te dejas llevar por mensajes “encantadores” que te “convencen” con horizontes distantes a tus verdaderos propósitos pues, estás siendo cooptada por intereses alejados de ti misma, de ti mismo, y, así, tu mente entra en un camino de sumisión y dependencia. 5- Aprende a observar con perspicacia esos entornos que te cooptan y atendé cada uno de estos pasos. Procesar la información con tiempo te va a permitir no ser avasallada o avasallado y te pondrá en contacto con la disonancia entre tus necesidades personales y las que imponen diversos contextos. Todas éstas son sugerencias para que te animes a practicar la autonomía mental y emocional, un desafío que va de la mano del cultivo de la capacidad de pensar por sí misma o sí mismo sin ser atrapada o atrapado por influencias, muchas veces sutiles, que afectan tu libre albedrío. Es un proceso que exige práctica, autoconciencia y mucha tolerancia a la caída. Sin embargo, cuando te animas a tomar distancia de esos mecanismos, asoman las señales de la autodeterminación, la sensación de vivir en un cuerpo personal que no está pendiente del reconocimiento externo o es inmune a las miradas de reojo, y ahí, sí, de seguro, el devenir te demostrará que estás viviendo con una mente independiente.
Terapeuta corporal bioenergetista
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