Que tu casa refleje quien sos

VASTU SHASTRA: El Yoga de las casas

Cuando pensamos en un hogar, no estamos hablando solo de paredes, techos y muebles. Un hogar es un refugio, un espacio de identidad y de calma, el lugar donde desplegamos nuestros sueños y descansamos de las exigencias| del mundo. Por eso, cada vez que imaginamos mudarnos, construir o rediseñar una vivienda, surge algo muy profundo: la expectativa de que ese espacio nuevo sea también una nueva vida, una nueva posibilidad, una semilla de lo que queremos vivir.
El Vastu Shastra, la ciencia milenaria de la arquitectura sugiere que la casa no es solamente un contenedor, sino una extensión de nuestra propia energía. Desde hace más de 4.500 años, esta disciplina de la India estudia cómo influyen los puntos cardinales, la disposición de los ambientes y la relación con los cinco Elementos de la naturaleza en nuestro bienestar físico, emocional y espiritual. Su mirada es integradora: no se limita a lo técnico, sino que considera a la vivienda como un organismo vivo que interactúa con quienes la habitan.
Cuando alguien proyecta una nueva casa, generalmente lo hace con ilusión y entusiasmo. Se piensa en la distribución de los espacios, en la estética, en la comodidad y funcionalidad. Pero hay algo aún más profundo: la intención. En la tradición védica existe la palabra “sankalpa”, que es una fuerza interna que orienta nuestros deseos y da dirección a nuestras acciones. Una casa pensada y diseñada desde un sankalpa claro, como por ejemplo “quiero que este hogar sea un lugar de unión familiar” o “deseo que esta casa me ayude a descansar y crecer en calma”, no solo refleja un anhelo, sino que también se convierte en un espacio capaz de sostenerlo y potenciarlo.
En ese proceso, la elección del terreno es un momento clave. No todos los suelos, no todas las orientaciones, ni todos los entornos aportan la misma energía. El terreno es como la raíz de la casa: si está bien elegido y armonizado, todo lo que crezca sobre él tendrá solidez. Por eso, conviene observar cómo es el entorno natural, cómo se mueve el sol y el viento en ese lugar, cuál es la orientación y la forma del lote, e incluso qué sensaciones nos despierta al recorrerlo.
Otro aspecto fundamental es la elección del arquitecto o profesional que acompañará el diseño. Una vivienda no es solo un proyecto técnico: es un sueño profundo que se transforma en un plano y luego en una construcción. Contar con alguien que sepa escuchar, interpretar y traducir esas expectativas en formas concretas hace toda la diferencia. El arquitecto que acompaña con sensibilidad, y no solo con cálculos, se convierte en un aliado en la creación del hogar. El Vastu propone un asesoramiento holístico: no se trata únicamente de optimizar la distribución de ambientes, sino también de acompañar el proceso emocional. Poder transitarlo con una mirada integradora, que contemple tanto lo técnico como lo humano, ayuda a que cada decisión sea más consciente y a que la energía de la casa futura esté en sintonía con lo que sus habitantes necesitan.
Para quienes están en el proceso de pensar o diseñar su próxima vivienda, aquí van cinco consejos prácticos que brinda el Vastu Shastra:

1. Definí tu intención (sankalpa). Antes de hablar de metros cuadrados, preguntate: ¿qué quiero que esta casa sostenga en mi vida? ¿Descanso, unión familiar, expansión personal, salud, prosperidad? Esa claridad interior es el mejor punto de partida.
2. Observa la orientación del terreno. Un lote alineado con los puntos cardinales (Norte-Sur- Este-Oeste) permite un diseño más armónico y natural. El Este aporta vitalidad y expansión, el Norte conexión y espiritualidad.
3. Cuidá el acceso. La entrada principal es la “boca de la casa”: por allí ingresa la energía vital. Lo ideal es que esté despejada, luminosa y orientada al Este o al Norte, lo que favorece un flujo positivo. Evitá accesos en sombra, estrechos o bloqueados por objetos.
4. Elegí bien los espacios de descanso. El dormitorio es el lugar donde pasamos más horas continuas. Ubicarlo en el Sudoeste genera estabilidad y solidez, mientras que la orientación de la cabecera de la cama hacia el Sur o el Este favorece un sueño más profundo y reparador.
5. Pensá la casa como un organismo vivo. Así como cuidamos nuestro cuerpo, el hogar también necesita atención y equilibrio. Incorporá luz natural, ventilación, plantas, colores que transmitan calma y un orden que acompañe tu estilo de vida. Lo simple suele ser lo más transformador.

Un hogar no es un objeto terminado: es un proceso en movimiento, una relación viva entre las personas y los espacios que habitan. Diseñarlo o construirlo con conciencia, acompañados de profesionales sensibles y con una visión holística, nos asegura que ese espacio se convierta en un verdadero refugio, un lugar que nos sostenga y nos inspire. El Vastu Shastra nos invita a reconocer la profunda conexión entre el afuera y el adentro, entre la casa y el alma. Y nos recuerda que cuando el espacio está en armonía, la vida fluye con mayor plenitud.

Por Arq. Dardo Gutierrez
Arquitecto y consultor de Vastu
Egresado de American Institute of Vastu, California, EEUU.
www.vastu.com.ar / (+54 9) 221419-7899
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