Mi cerebro estaba dormido

Muchas veces nos pusimos a hablar con Federico, nuestro niño con diagnóstico de autismo, sobre cuando era pequeño. Siempre me llama la atención que me repite esta frase, “Mi cerebro estaba dormido mamá”. Los recuerdos de aquellos momentos, en los cuales nosotros pensábamos que no nos escuchaba, o no entendía aquello que le decíamos. Esto que siempre nos hicieron creer muchos terapeutas, que estaba en otro mundo, no era cierto, él estaba aquí y ahora, pero su cerebro no lo dejaba actuar, no podía pensar o hacer, hablar, porque su cerebro estaba dormido. Como padres de Federico, creímos en él, extrajimos su potencial, comenzamos a ver la situación desde otra perspectiva, la que no nos estaban contando los especialistas, porque no conviven muchas veces con un niño dentro de esta condición. Después de todo, quién va a conocer mejor a nuestro hijo que nosotros, ¿no?  Así fue como todo comenzó a cambiar, a esclarecerse. El cambio de hábitos alimenticios y de vida, que llevamos a cabo, ayudó muchísimo, aunque fue fundamental que nuestra mirada se posara en su potencial y no en sus carencias. Si no empezábamos nosotros a creer en él … ¿cómo podríamos esperar, que personas que no lo conocían lo hicieran? Siempre nos sorprendió (y lo sigue haciendo día a día) su fortaleza inigualable. Muchas veces no se la cree, pero nosotros seguimos creyendo en él, guiándolo en el camino del “se puede”. Para todo esto, tuvimos que realizar cambios internos; “hackear” nuestros cerebros adultos que tenían patrones preestablecidos por nuestros padres. Esto cumplió un papel protagónico; si no reseteábamos nuestros cerebros, este paso no hubiera ocurrido, no hubiésemos podido ver este potencial en él.  Todos los seres humanos tenemos potenciales virtudes, todos nos destacamos en algo, los niños y adultos con autismo o con cualquier diagnóstico, son personas con potenciales virtudes que debemos cultivar desde pequeños, necesitamos darles herramientas para enfrentarse a la vida. Sé que la vida lo va a cruzar con muchas personas que no vean este potencial en él.  Sé que no todos van a tener la dedicación y tolerancia que tuvimos nosotros como padres, para aprender de él, para transformarnos, para hacernos cada día mejores personas.  Sé que siempre, va a tener este refugio en nosotros, siempre va a contar con nosotros para ayudarlo a levantarse o darle esa palabra de aliento que lo anime a seguir adelante sin detenerse, sin que su cerebro se vuelva a dormir. Tomá las riendas y no dejes que tu cerebro o el de tus niños se duerma, hoy, la rutina, los malos hábitos alimenticios, las pantallas y distracciones externas, hacen el ambiente propicio para que esto suceda, pero no dejes en manos de otros esta tarea titánica, porque, mejor que vos no la va a poder hacer nadie. Muchas veces, mirando hacia el pasado, veo como cada especialista en la vida de Fede nos hizo a un lado, intentó bloquearnos de una manera sutil, nos hicieron creer que los que sabían (por haber estudiado) eran ellos.  No lo permitas, nadie puede conocer más a tu hijo que vos misma, lo llevaste en tu vientre 9 meses, oíste los latidos de su corazón sincronizándose con los tuyos, que tenga diagnóstico de autismo es reversible, no es una condena, la expresión de sus genes puede cambiar, transformarse.  Siempre hay una alternativa, estudia cuáles son las tuyas.  Deseo desde muy adentro de mi corazón que esto pueda suceder en vos, como sucedió en mí. 

* Realiza asesorías, acompañamientos y talleres para cambios de hábitos. Especializada en alimentación ancestral fermentada, sin gluten y sin lácteos. Podés seguirla en redes como @amonutrirte y en su canal de YouTube. Mas info en www.amonutrirte.com

Por Cynthia Intile

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